domingo, 26 de octubre de 2003

Un año de la Plaza Altamira

El 22 de octubre se cumplió un año de la jornada de la Plaza Altamira. Después de doce meses de la travesía disidente del Obelisco de la Plaza Francia, es necesario hacer un alto en la jornada, para hacer un inventario de los logros de la misma; por supuesto haciendo la óptica, desde el punto de vista de la planificación, la ejecución y los resultados.
La presentación de los catorce oficiales generales y almirantes ante las cámaras de televisión, en cadena transmitida en esa oportunidad, generó una gran expectativa y contribuyó a incrementar la esperanza de solucionar el grave problema político que aqueja a la sociedad venezolana.
Confieso que fui uno de los tantos venezolanos que cifró bastantes esperanzas en que ese hecho comunicacional, publico y notorio se convirtiera en el desencadenante de otros, que culminarían con la salida del Sátrapa de Sabaneta, de los predios miraflorinos.
No conozco las interioridades de las apreciaciones desarrolladas por el liderazgo del grupo original que se presentó en la plaza, para arribar a la decisión de leer el manifiesto previo y luego, la determinación de hacer vida física, política, mediática, romántica, financiera y militar desde la tarima surgida, por arte de la taumaturgia, en esos rápidos acontecimientos masivos y populares que convirtieron; a ese sector del municipio Chacao, en una suerte de estado de Chiapas; a los adherentes de esa jornada en revolucionarios zapatistas; al General Enrique Medina Gómez en un Sub Comandante Marcos fashion de pasarela, atildado y fragante con un Cohíba Esplendidos de 178 m.m de longitud por 18,65 m.m de diámetro, calibre 47, de sabor medio fuerte de 41.000 bolívares la unidad; y en general a todos los que pusieron sus esperanzas en esa jornada, en militantes de una verdadera revolución política que al menos arribaría a resultados concretos, al propiciar la salida expedita del palacio de Misia Jacinta, a su inquilino detestable y fugaz.
Antes de apreciar esa jornada en sus interioridades, es menester también, valorar los días previos que decantaron en la fecha del pronunciamiento de los catorce oficiales generales y almirantes ante medios de comunicación social.
El 10 de octubre de 2002 se realizó la más gigantesca manifestación popular convocada por la disidencia al régimen. Los cálculos conservadores estimaron la presencia en la calle, de más de ochocientas mil personas y todos en general concuerdan en arribar a estimar en un millón de personas movilizadas, esperanzadas en oír de alguno de los oradores de la tarima, la voz que los encaminaría hacia el Palacio de Miraflores. Mucha mas gente de la convocada y motivada el 11 de abril de 2002.
Las intervenciones de los líderes opositores autorizados para “tarimear”, se limitaron a evaluar la situación política de ese entonces y a arengar pacíficamente a la enorme masa cívica que esperaba oír otro tipo de mensajes, otras señales, otras flechas que indicaran caminos distintos al precisado por los predicadores.
La gran mayoría que marchó e hizo ondear banderas a los compases de pitos y coros musicales, aspiraba una pista que le señalara el rumbo del Palacio de Miraflores.
Cuando el Presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, finalizó su discurso; un gran sentimiento de frustración invadió a los marchistas. Una inmensa ola de desengaño, bañó la rabia contenida del millón de almas que aspiraba llegar hasta las rejas del palacio presidencial y arrastrar hasta el tribunal de Fuenteovejuna al inquilino miraflorino.
Ese fue el momento para hacer su aparición en la tarima, de un Coronel del Ejército, correctamente uniformado de campaña y arengando para que se iniciará un gran paro cívico, solicitando la renuncia del Presidente de la Republica y requiriendo, en nombre de la gran concentración y la solidaridad de días previos, la presencia ante la muchedumbre movilizada, del liderazgo militar encarnado en los oficiales generales y almirantes, para que encabezaran y dirigieran la concentración hacia el recinto presidencial.
Esa aparición en tarima de un militar en situación de actividad, generó cualquier variedad de opiniones sobre el particular. Recuerdo en especial, la de dos políticos; el uno Secretario General de un partido, el otro ficha importantísima de la actual Coordinadora Democrática (CD), descalificando a priori la participación “inoportuna e inconveniente” de un profesional militar en un acto de carácter político. Mas tarde, luego de la aparición de los oficiales generales y almirantes en el Obelisco, estos censores y calificadores oportunistas y calculadores, fueron fichas asiduas y permanentes de la tarima de la plaza de Altamira, en solidaridad conjeturada y presupuestada, para una jugada posterior.
¡Ni hablar de la declaración pública, descocada y canallesca, ante un tabloide de claro perfil oficial, de un tornapulerico ex ministro de la defensa del actual régimen! ¡Por cierto, también visitante compulsivo y pertinaz de los predios de Chacao en su época de mayor efervescencia de masas!
Los intríngulis de la presencia en la tarima del 10 de octubre de 2002, de ese solitario y arrojado militar; dejaron lugar para una gran cantidad de especulaciones y conclusiones, en las que el valor, el coraje, la audacia, el arrojo, la intrepidez, la gallardía y sobre todo la solidaridad y la consecuencia de los jefes militares de la disidencia; que posteriormente se lanzaron al ruedo del obelisco; quedaron en duda.
El 14 de octubre, la detención y prisión de este militar, como producto de esa fugaz aparición en el acto del 10 de octubre de 2002, empezó a desarrollar cualquier cantidad de especulaciones y conclusiones sobre el particular, en las que todas orbitaban alrededor de la escasez de solidaridad y otras cosas, y el culillo de los oficiales generales y almirantes disidentes, para enfrentar situaciones en las que la libertad y la vida, eran los riesgos mas importantes.
El 21 de octubre se hizo pública la noticia de ir a un paro general en los días más próximos, anuncio hecho por los miembros de la Coordinadora Democrática (CD).
El 22 de octubre de 2003, doce días mas tarde de la gigantesca concentración de la Avenida Bolívar, la decisión de presentarse ante los medios de comunicación y luego levantar el vivac del Área de Reunión (AR) en Altamira, confirmó lo que en mentideros políticos y públicos en general, eran comidilla relacionada con la falta de unión y la inconsecuencia de los oficiales generales y almirantes disidentes con sus subalternos. Pero, esas son discreciones que en su debido momento, saldrán a la luz pública y arrastrarán con ellas ciertas “reputaciones consagradas y nulidades engreídas”.
Más allá de la valoración de la decisión de la Plaza Altamira, lo más importante es determinarse ¿que ha podido obtenerse de ella? Recuerdo en particular, que como producto de su funcionamiento interno, las costuras de un liderazgo militar pegado con almidón, empezaron a hacer aguas y a engendrar las facciones internas que degeneraron en el archipiélago actual de intereses.
La escasez de visión estratégica para desmontar la Plaza fue una de los elementos más característicos, de los líderes del lugar. Privó por encima ello, la solución de los problemas del día a día; el inmediatismo generó en los jefes de la plaza una segmentación de las responsabilidades y una replica de las taras institucionales de la corporación militar formal. ¡Cada quien estaba cuidando la parcela de sus intereses!
Recuerdo asimismo, la propuesta de encabezar, todos los lideres de la plaza, la marcha organizada por la Coordinadora Democrática (CD) para la entrega de las firmas del referendo consultivo el día 4 de noviembre; la cuál no tuvo ningún tipo de eco interno, con argumentos de seguridad y otras zarandajas, en las que privaba fundamentalmente el temor de ser agredidos por las turbas chavistas. Nuevamente el fantasma del culillo se paseaba por los dominios del monolito.
La otra propuesta oportuna de desmontar la plaza y que no tuvo respuesta por parte de los jefes de la misma, fue la solicitud para la participación activa y entusiasta en las jornadas del paro de diciembre. Ninguna de las marchas de la Coordinadora Democrática (CD) con motivo del paro cívico se inició, pasó o finalizó en el Obelisco. A partir de ese momento, las diferencias surgidas entre la Coordinadora Democrática (CD) y la Plaza Altamira habían tomado claros niveles de enfrentamiento.
Ese fue un franco mensaje de deslinde que no supieron interpretar a tiempo los líderes militares disidentes. Y era claro, ya todos se sentían amarrando sus caballos en las rejas de Miraflores y no estaban dispuestos a compartir las mieles del poder con los “comeflor” de la coordinadora.
El poder de convocatoria estaba atesorado en los predios de Chacao y hacia allá debían dirigirse las solicitudes, los cortesanos, los papeles, los gabinetes y las carpetas de las juntas que debían encabezar la transición.
Todo aquel que no pasara por la gracia y el sosiego de las volutas fragantes del Cohíba encendido y certeramente guillotinado del General Medina Gómez, era un cabeza e’ ñema.
La banalidad con que se abordó el tratamiento de la misma, degeneró en una condición pedestre y ramplona. El divismo de muchos de sus integrantes provocaba pasarse a las filas del chavismo y en muchas ocasiones esta circunstancia ocasionaba unos formalismos protocolares innecesarios y absurdos. La condición de héroes, autoproclamada en la mayoría de las veces por jefes militares que el día anterior a su pronunciamiento, aún jalaban el mecate chavista del régimen; provocaba comentarios sardónicos e inconvenientes dentro y fuera de los cuarteles.
El epicureismo desatado de muchos de los líderes de la jornada, fue otro de los blasones que se guindó en el escudo de armas de la plaza. El buen güisqui (Chávez dixit), los placeres de la carne de vestales encandiladas y alucinadas por los soles y las estrellas; y las aquiescencias de esos solares exquisitos, sedujeron a muchos de nuestros conmilitones, acostumbrados a unos rigores espartanos por la estrechez del bolsillo y del presupuesto familiar.
La falta de objetivos de corto, mediano y largo alcance originó la invertebración de los esfuerzos integrales de toda la oposición al régimen y eso provocó el aislamiento paulatino y sistemático del brío de la plaza.
El oportunismo de los satélites políticos de la cuarta y otros detritus de la quinta republica originaron carpetas bajo el brazo con juntas de gobierno, gabinetes ejecutivos, programas para la transición, líneas políticas y económicas y otras propuestas no tan santas, para los liderazgos emergentes y las facciones encontradas en el obelisco. Eso provocó el surgimiento de las aguas subterráneas que empezaron a minar la plataforma del incipiente archipiélago disidente de la plaza.
La confrontación de poderes de los grupos comunicacionales hizo crisis en el rectángulo de Chacao. Cada una de esas representaciones se sentía con los suficientes emisarios y embajadores para imponer la influencia y la autoridad mediática de mercadear el nuevo poder que se asentaría en Miraflores. La mayoría de ellos plenipotenciarios y con poder de veto, disponía de las veinticuatro horas del día para promocionar la imagen de los nuevos jefes republicanos asentados al oriente de la capital.
La unidad de la disidencia militar al régimen, hizo de la plaza un emblema en contrario. Los otros altos jefes militares en disidencia y ausentes del pilar de la resistencia, veían con rivalidad profesional y política que las parcelas del protagonismo y de la figuración posterior se distanciaban de sus terrenos y espacios, conquistados en las jornadas chambonas del 11 de abril y fechas heroicas subsiguientes.
El destino de las finanzas que ingresaron a la Plaza, fue otro tema escabroso que aun no está dilucidado y lo suficientemente desnudado; y provocó un generoso recelo, especialmente entre quienes aún se mantenían dentro de los cuarteles y quienes estando en disidencia militar, no se sentían en ese momento identificados con la manera de comandar, dirigir, gerenciar y administrar ese gran esfuerzo, levantado sobre la esperanza del pueblo.
Las especies que corren, de ser ciertas, dejan como a un escolar de pantalón corto a los jerarcas ladronazos de la quinta republica. Yo estoy, sinceramente, apelando a la buena fe y estoy concediendo, el beneficio de la duda; pero aspiro que este enojoso asunto, en el momento en que las aguas de la republica retornen a su cauce normal o antes, se aclaren y se descubran con toda la obligación de la honestidad y la moral. Solo así, la plaza y en general el esfuerzo de los oficiales generales y almirantes líderes de la ocasión, se salvaran del juicio valorativo de haber traficado con la esperanza del pueblo.
La carta del 25 de abril de 2003, dirigida por un profesional militar no pronunciado en la plaza, fue toda una disección a las interioridades de la plaza y es oportuna en este momento en que se le hace el juicio, un año después:


Caracas, 25 de Abril de 2003

Ciudadano
General de División (Ej.) ENRIQUE ANTONIO MEDINA GOMEZ

Tengo el honor de dirigirme a usted en la oportunidad de hacerle llegar una serie de consideraciones, que por lealtad es necesario y conveniente informarle, para iniciar un proceso de toma de decisiones en beneficio inicialmente de quienes somos oficiales superiores, subalternos, SOPC, Tropas Profesionales y Alistadas, quienes hacemos vida común en la disidencia militar al Régimen de Hugo Chávez Frías; y consecuentemente, ventajas para el colectivo nacional, que espera pacientemente respuestas oportunas, diligentes, militares y constitucionales que emanen de la Plaza Altamira y de otros factores comunes, como parte de una solución integral cívico-militar al grave problema político del país.
La esperanza que emanó del pronunciamiento original del grupo de oficiales generales que tomaron la iniciativa publica el 22 de Octubre de 2002, en la gran mayoría del pueblo venezolano, fue tomando cuerpo en una gran muchedumbre que casi religiosamente acudía a este santuario y que los vio como la materialización de todos sus ideales, especialmente, el mas inmediato, cual era la salida de Hugo Chávez Frías de la Presidencia de la Republica.
Esta confianza se fue diluyendo en el tiempo hasta convertirse en una ilusión y quimera que aspiramos no se convierta en pesimismo y desgano, y que se transmute mas adelante en un factor de perturbación y obstáculos, tal cual como es percibido por muchos factores políticos y sociales que están movilizados hacia el objetivo de buscar una solución al gran problema de gobernabilidad, en que nos ha embarcado el régimen chavista.
Preocupado por la neblina conceptual de los discursos de los señores oficiales generales, la dispersión de los objetivos en la permanencia en la plaza, la atomización del liderazgo en el sector disidente, el olvido popular, la segregación de los distintos factores de disidencia, la inconsistencia organizacional, la nulidad en los resultados y la potencialidad de que nos embarquemos en el trafico de la esperanza del pueblo de Venezuela; quiero hacer llegar algunas precisiones a los señores oficiales generales, para la correspondiente apreciación y decisión en el corto plazo, lo que decantará en las REFORMAS debidas a la circunstancia histórica de permanecer en un área declarada originalmente como “ZONA LIBERADA” por la vía de los hechos, pero que también demanda concreciones en el propósito definitivo de la LIBERACION DEL PAIS.
Estas precisiones son:
1. Determinación del OBJETIVO DE PERMANENCIA en la Plaza. La primera pregunta que debe establecer el liderazgo de la Plaza Altamira es ¿Cuál es el objetivo de la permanencia en la Plaza del grupo de militares? ¿Vamos a propiciar una reacción militar interna? ¿Externa? ¿Combinada? ¿Cívico-Militar? ¿Cómo vamos a funcionar? ¿Organizarnos? ¿Partido Político? ¿Cuál es el plazo final establecido para la permanencia?
2. Establecer una PLANIFICACIÓN OPERATIVA MILITAR viable. Hay que asumir la responsabilidad como militares para ejecutar una planificación que cumpla con los cometidos establecidos en el plan político. Ya se cumplieron seis meses establecidos en la Plaza y no existe una planificación seria, que se conozca. Con la experiencia del 11 de abril, nadie va a poner en el asador su carne, sin conocer todas las interioridades de lo que se va a ejecutar. Ni la Operación Barbarroja, el Día “D”, Kursk, Escudo y Tormenta del Desierto, la Toma del Palacio de Invierno dispusieron de tanto tiempo para planificar. Es necesario tener presente que nunca vamos a estar en la proporción doctrinaria de 3 de nosotros por 1 de ellos, para iniciar una ofensiva o que se tenga la maquinaria militar en un cien por ciento de operatividad.
3. Mantener una COMUNICACIÓN CONSTANTE, FLUIDA Y HONESTA con todos los profesionales. Es necesario que el discurso llegue de una manera honesta hasta todos los profesionales militares, sin esguinces, ni requiebros; sin dobles agendas y libres de compromisos políticos y económicos, más allá de las alianzas y acuerdos necesarios para arribar al objetivo común.
4. Solucionar en el corto plazo, el grave PROBLEMA ECONÓMICO DE LOS PROFESIONALES pasados a la situación de retiro. Observo con extrañeza que en el caso de los profesionales pasados a la situación de retiro sin derecho a pensión, no se ha diligenciado lo pertinente para compensar coyunturalmente, la situación de ellos.
5. Tomar decisiones oportunas en relación a los CASOS DISCIPLINARIOS. La Plaza no debe convertirse en reducto de desviaciones disciplinarias y contrarias a la ética, para ello el liderazgo debe decidir en relación a la permanencia, cuando se violen y transgredan normas elementales.
6. Establecer un RÉGIMEN DE PERMANENCIA con reglas de cumplimiento obligatorio a los profesionales militares y tropas alistadas.
7. Abrir los ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN a fin de incorporar e incluir la Plaza en los otros factores de la disidencia al régimen chavista. Observo con preocupación como el espacio comunicacional y político de la plaza ha sido segregado y obviado. En parte como producto de la falta de respuesta y soluciones ante las exigencias que la inmensa mayoría de los venezolanos, pusieron en los postulados iniciales de la plaza. Por otra parte la ceguera política y la ingenuidad profesional han cercado y confinado los espacios de participación de la Plaza.
8. Establecer mecanismos para LA INCORPORACIÓN DE TODA LA DISIDENCIA MILITAR EN UN SOLO GRUPO. Es una pésima referencia hacia lo interno de la institución, la existencia de multiplicidad de factores militares disidentes con agendas, caminos, metas, planificaciones, distintas entre si. El Síndrome del 12 de abril sigue latente, en relación a la realidad de la disidencia militar, la cual es de una marcada atomización por un protagonismo egoísta.
9. Determinar LA ESTRATEGIA POLÍTICA, MILITAR Y LEGAL del grupo militar y hacerla del conocimiento de todo el personal. Esto es fundamental en esta organización. Mientras no se determinen los alcances políticos de la plaza, los planteamientos conceptuales militares y los propósitos legales, los líderes seguirán con la retórica dispersa y la bruma de sus propósitos.
10. Habilitar ALIANZAS Y ACUERDOS CON OTROS FACTORES políticos, sociales y militares. La política del aislamiento se ha propiciado desde dentro de la Plaza; en lugar de tender puentes se han destruido por posiciones personalistas e inconsistencia de planteamientos.

Este comportamiento de un grupo significativo de militares en disidencia, observando una actuación inédita en el campo de la institución militar, puede incluir la necesidad de hacer reparos y REFORMAS a la ejecución de unas políticas que consideramos erradas –sin incurrir en indisciplina- y lo que es peor que benefician sobremanera a la actuación del gobierno.
Las muertes ocurridas el pasado 6 de diciembre, la injusta prisión del GD (GN) Carlos Alfonso Martínez, las horribles muertes de los tres efectivos de tropa disidentes por escuadrones armados, el asilo político solicitado por los excelentes militares que son los hermanos Salazar, la detención del Coronel Piliery Carmona, el aislamiento de la plaza de un significativo numero de profesionales militares pronunciados en la misma, la escasa relación política de la plaza con otros sectores disidentes, tanto políticos como militares, la atomización interna del liderazgo en la plaza son muestras significativas del desmembramiento y fraccionamiento que existe entre todos los factores presentes en la plaza. Todos estos elementos son batallas perdidas en esta guerra. Todas estas derrotas son atribuibles al liderazgo presente, que esta encarnado en usted.
El liderazgo tiene una noción de representatividad. Se asume que la cabeza visible del liderazgo de la disidencia militar es el General Medina Gómez, en consecuencia hacia allá debo dirigir mi justo reclamo, para exigir reformas en la manera como se esta conduciendo la disensión militar desde esa importante referencia política. Es precisamente, por no sentirme representado por el actual liderazgo, que hago el planteamiento.
Como se ve, estos diez aspectos planteados anteriormente, requieren del tratamiento inmediato, no solamente por los líderes de la plaza, sino por toda la disidencia militar, para poder arribar a objetivos establecidos.
Pero, el principal reclamo se orienta a la renovación del liderazgo. Todas estas derrotas reseñadas, mas las relacionadas con las decisiones del 11, 12 y 13 de abril y fechas posteriores, obligan a refrescar y reavivar la esperanza de todos los profesionales militares identificados con la idea de arribar a una solución expedita al problema político generado por el Gobierno de Hugo Chávez. Y aun más, la esperanza que se anida en la mayoría de la población civil, que cada día espera más la respuesta de la institución militar.
Entiendo que ya su tiempo de liderazgo pasó; desgraciadamente hay derrotas, pero también triunfos. La referencia de la Plaza Altamira será valorada en su debida oportunidad.
A pesar de no hacer vida activa en la Plaza Altamira, ni ser parte del grupo de militares pronunciados en aquella ocasión, no debe discutirse, que las decisiones que emanan del Obelisco tienen una influencia importante en todos los militares que adversamos al régimen.
Y eso tiene una justificación explicativa, estamos poniendo en juego los dos riesgos más importantes que asume un militar cuando toma decisiones de esta envergadura. La Prisión y la Muerte.
Lo menos que puedo hacer es estar o no, de acuerdo con la manera como se asumen esos riesgos.
Estos diez PUNTOS DE REFORMAS al régimen de permanencia de los militares, son fundamentales y necesarios para abonar la permanencia de los mismos en la Plaza Altamira; y a otros, a ser consecuentes y aliados en los propósitos, en solidaridad con los planteamientos originales del pronunciamiento inicial y requieren de respuestas y hechos en el corto plazo, para justificar la consecuencia. La primera respuesta que se exige es su separación inmediata y efectiva del liderazgo, para iniciar un proceso de renovación interna.
Finalmente, no creo conveniente ni necesario dar una prueba de LEALTAD; la más importante hasta el momento ha sido la perdida de la carrera profesional, mi reciente prisión y las tres imputaciones que se me cursan en tribunales militares; pero se requiere de la reciprocidad de nuestros superiores en la asuncion del compromiso.




Atentamente



Como se ve, todos los puntos de la carta, que fue entregada personalmente al líder del obelisco y a los oficiales generales y almirantes más emblemáticos de la misma, tuvo el mismo destino que le ha dado Hugo Chávez a la letra de la Constitución Nacional, puro papel higiénico.
Pero creo que el espíritu, el propósito y la razón de la misiva, siguen teniendo vigencia aún, en cuanto a que los logros de la Plaza Altamira y sus líderes militares están en mora con todo el pueblo de Venezuela.



Caracas, 26 de octubre de 2003

jueves, 16 de octubre de 2003

¿Firmar o no firmar? !He allí el dilema!

La participación de los militares en el Reafirmazo esta condicionada a una premisa que aun no ha sido confirmada, a pesar de que se han presentado oportunidades para probarla.
Esta pudiera redactarse muy bien de la siguiente manera: “La mayoría institucional de la Fuerza Armada Nacional (FAN), va a actuar en el momento oportuno para garantizar la vigencia de la Constitución Nacional”.
Antes de analizar de manera descarnada esta teoría, vamos a plantear los hechos que orbitan alrededor de la misma.
En primer lugar, el valor es una virtud que se cultiva en la Fuerza Armada Nacional (FAN). Esa es una realidad a la mano, no puede concebirse un militar cobarde en el ejercicio de una profesión donde los riesgos mas importantes que derivan del desarrollo de la misma son la libertad y la vida. Hay que estar revestido de cierta dosis de temeridad, audacia, coraje, etc. para enfrentar la posibilidad de cárcel y de muerte, en particular aquellas situaciones que surgen como consecuencia del cumplimiento del deber y la obligación institucional. Eso es el día a día de un militar, inicialmente como parte de su proceso de formación profesional y luego como consecuencia de su desenvolvimiento.
Luego está, el criterio generalizado, de que estos son los principales vigilantes del cumplimiento de la Constitución Nacional y las leyes de la Republica. Siendo así, el modelo mas indicado para convertirse la corporación militar, en referencia importante para la colectividad, es el estricto cumplimiento del cuerpo normativo de la nación.
Otro criterio alrededor del cual hay unanimidad, es que en cualquier elección; así sea la Reina del Carnaval de Zaraza; ningún voto a favor es desdeñable o despreciable; en particular sobre la base de un triunfalismo que no tiene fundamento alguno. A no ser que pensemos que el gobierno es cretino (Siempre subestimamos a Chávez) y ya nos están bañando en la oposición, en relación al referendo.
Otra realidad es que el Referendo Revocatorio (RR) es consecuencia del Reafirmazo. Un fracaso del Reafirmazo se convierte automáticamente en un revés para el referendo.
Hecha esta introducción, vayamos a debatir la conveniencia de que nuestros profesionales militares firmen o no, en la jornada del 28 de Noviembre, en el acto que la Coordinadora Democratica (CD) ha bautizado como el Reafirmazo.
El número de los votos militares que pudieran presentarse durante esta jornada es, relativamente, pequeño. Si nos atenemos a que se manejan números de que el 80% de los profesionales militares son institucionales, estamos hablando de una cantidad que oscila entre 12.000 o 14.000 firmas militares. Eso, en relación a los 2.700.000 que representan el 20% que convalidaría el Referéndum sería un miserable 0,4% ó un 0,5%, según sea el caso.
En términos de cantidad ese número relativamente no representa nada, pero en términos de calidad representa mucho. En primer lugar el mensaje al gobierno, es el de que no cuenta con el respaldo mayoritario de la Fuerza Armada Nacional (FAN) y en segundo lugar es una manifestación de solidaridad y consecuencia cívica con la sociedad civil; independientemente de que les abran Consejo de Investigación y los retiren de la situación de actividad. Al fin y al cabo ese ¿80 %? Institucionalista esta ocupando cargos administrativos en la corporación militar y no tiene ninguna – léase bien - ninguna posibilidad de reaccionar militarmente para apoyar a la población civil, cuando tomen la decisión de salirle al paso a las pretensiones del régimen.
Pero mas allá de eso, es la gran crisis que se generaría como producto del espaldarazo mayoritario de los militares, a la propuesta de salir del régimen por vías democráticas, pacificas, institucionales y constitucionales; con la participación activa y efectiva de los militares en situación de actividad. ¡Ni la revolución de Los Claveles en Portugal le haría parangón!
Por cierto, en relación a que van a perder sus puestos de trabajo, entonces no valió la pena que los 18.000 amigos petroleros hayan corrido los riesgos laborales y se encuentren en la situación en la que están actualmente. En esta coyuntura, todos debemos poner nuestra cuota de sacrificio y hasta el momento, el único gremio que debería confrontar al régimen y no lo ha hecho es la Fuerza Armada Nacional (FAN).
Hasta allí todo está menudeado. ¿Qué actitud debe tomar la mayoría institucionalista de la Fuerza Armada Nacional (FAN) el día del firmazo? ¡Presentarse en los centros de recolección de firmas, correctamente uniformados y ejercer cívicamente su derecho a participar en la recolección de las rubricas, para garantizar la realización del Referendo Revocatorio (RR)!
No puede ser de otra manera, en una institución formada por hombres valientes, cumplidores y garantes de la Constitución Nacional y que interpretarán las aspiraciones de la gran mayoría de los venezolanos.
De otro modo, la premisa estaría mal planteada y la posibilidad de la actuación institucional de la Fuerza Armada Nacional (FAN) sería una ilusión que se desvanecería en los vapores de la cobardía y el entreguismo.
¡Nuevamente los estrategas del ludo y la pelota sabanera de la Coordinadora Democrática (CD) dejan los flancos expuestos a las maniobras del chavismo!

miércoles, 24 de septiembre de 2003

!Hasta el 2.021!

Todo hace indicar que nos vamos a calar a Hugo Chávez hasta el 2021. Mientras estemos aceptando ser dirigidos por los mismos perdedores del 6 de diciembre de 1998 (Elecciones Presidenciales), del 15 de julio de 1999 (Consulta para la Constituyente), del 16 de diciembre de 1999 (Aprobación del Si para la Constitución Nacional), del 15 de julio de 2000 (2da. Elección de Hugo Chávez) y del 11 de abril de 2002 (civiles y militares) no hay nada en el horizonte que indique que vamos a salir en el corto plazo de esta pesadilla.
Esta confrontación la gana quien mejor se haya preparado, quien tenga una estrategia clara, quien le haga seguimiento y valoración a la misma; y quien presente resultados concretos en el corto plazo para sus seguidores; pero mas importante que todo lo anterior, es que esa estrategia se ejecute. No importa que sea errada, pero que exista y se ejecute.
Hasta el momento quien esta presentando una planificación de filigrana, con metas, objetivos, tareas, líneas y acciones estratégicas – me imagino a juzgar por los resultados – es Hugo Chávez. Hay que ser honestos y reconocerlo. ¡Por cierto la oposición ha sido tan torpe que el mismo Chávez ha telegrafiado cada uno de sus pasos y le ahorrado a esta y a sus asesores militares, lo que en el ciclo de la inteligencia se conoce como la orientación del esfuerzo de búsqueda de la información, la búsqueda de la misma y hasta el procesamiento.
Les ha entregado en bandeja de plata información privilegiada en algunos casos y en la gran mayoría, inteligencia ya lista para difundir.
La Agenda Política de la semana, la dicta Hugo Chávez en su programa dominical “Alo Presidente”, al cuál todos complacientemente, le hacemos comparsa con el chusco argumento de que al enemigo hay que conocerlo hasta el detalle y por eso hay que sintonizarlo. Y es un razonamiento ridículo, porque esa misma información que reciben agradados, cómodamente apoltronados con un güiski del bueno en la mano, el lunes no es considerada como debe ser, en la reunión de coordinación de arranque de semana.
Con todo y eso, nuestros amigos de la Coordinadora Democrática (CD) han sido incapaces de articular un plan, definir una planificación y como producto de esto ejecutar alguna.
Y eso que cuentan dentro de sus filas un Estado Mayor (EM) de primera fila desde el punto de vista jerárquico. Un ex – Ministro de la Defensa, un ex – Comandante General del Ejército, un ex – ministro de finanzas y ex – jefe de planificación del Ministerio de la Defensa, dos ex – jefes del Cufan y toda esa suerte de inteligencia y potencial represado en el Frente Institucional Militar (FIM) y en la Alianza Militar por Venezuela (AMV), una vez que el régimen les de la orden de partida, al registrarle y notariarle los estatutos; todo ello adobado con juristas, ex – ministros, empresarios, y un largo etcétera de perdedores.
Uno de los grandes problemas que se ha derivado de esta coyuntura política es la subestimación que han hecho políticos, empresarios, comunicadores, historiadores, y militares – principalmente - de Hugo Chávez. Pero principalmente los políticos alentados por los jefes militares de alta graduación. La subestimación la hacen por la circunstancia de ser Hugo Chávez un militar de grado intermedio – los generales y almirantes no aceptan una luz de menor intensidad por encima de sus soles - un tipo medianamente instruido, mulato pelo chicharrón, bembe´trueno y guachamarón, ordinario en sus modos y conversaciones, y quien arrastra la derrota militar del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Hay todo un expediente en esto de la subestimación.
Lo minimizo el entonces Ministro de la Defensa el General de División (Ej.) Italo del Valle Alliegro, cuando recibió la información de la conspiración que se estaba gestando en el Ejército, en torno a Hugo Chávez. La reacción del ministro en esa oportunidad fue la expresión: “ ¿Quién va a seguir en el Ejército una conspiración al mando ese trompudo?” Eso le dio tiempo a Hugo Chávez para seguir en la conjura y terminar de articular la rebelión.
No le paró su Comandante de División, el General de División Arnoldo Rodríguez Ochoa, cuando lo recibió en San Juan de los Morros directo desde la Academia Militar con informes incluidos por conspirar dentro del Alma Mater del Ejército. Al contrario, tiempo después lo hizo su ayudante personal en el Palacio Blanco.
Lo subestimó el Presidente de la Republica en el año 90, el Señor Carlos Andrés Pérez, cuando recibió de manos de su Ministro de Relaciones Interiores, el Doctor Alejandro Izaguirre un grueso informe elaborado por la Dirección de Inteligencia del Ejercito, con pelos y señales de la conspiración armada en la Academia Militar de Venezuela, durante años anteriores. Eso le dio la oportunidad a Hugo Chávez de hacer los preparativos finales para su rebelión del 92.
No le dio la importancia debida, el entonces Ministro de la Defensa del año 1991, el General de División Fernando Ochoa Antich, en diciembre, cuando, a pesar de todas las referencias de inteligencia; le asignó un cargo de Comandante de una unidad de paracaidistas en compañía de sus compañeros de conjura. En esto hizo yunta con el General de División (Ej.) Pedro Remigio Rangel Rojas, entonces Comandante General del Ejército. Eso le dio la oportunidad a la planificación, para que las unidades se movieran del Área de Reunión (AR) hasta la Posición de Ataque (PA). No lo tomó en cuenta, su Comandante de Unidad Superior (US), el entonces General de Brigada (Ej.) Carlos Adolfo Moreno Guarache, al asignarle toda la confianza del mundo, con todo el historial conspirativo que estaba arrastrando. Tampoco su Comandante de Gran Unidad de Combate (GUC) el General de División (Ej.) Néstor Rafael Lara Estraño al permitirle discrecionalmente su actuación. Eso le permitió a Hugo Chávez mover sus unidades desde la Posición de Ataque (PA) hasta la Línea de Partida (LP).
Después de los sucesos del 4 de febrero de 1992, vuelve a subestimarlo el General Ochoa Antich y le permite ¿inocentemente? dirigirse al país, a pesar de la orden expresa recibida del Presidente de la Republica, y lo mercadea comunicacionalmente ante la nación y el mundo entero, a través del famoso “por ahora”.
El largo historial conspirativo arrastrado hasta el año 1994, cuando aún estaba recluido en la Cárcel de Yare en el estado Miranda, fue obviado también por el Doctor Rafael Caldera, bajo la promesa de Hugo Chávez de portarse bien. Recibió la medida de gracia del indulto y lo mandó para la calle. Pero también lo trataron de ningunear, creyendo que lo iban a manipular, el General de División (Ej.) Raúl Alejandro Salazar Rodríguez, su primer Ministro de la Defensa y terminó en el exilio de la Puerta del Sol, catando los tintos de La Rioja. En eso trataron de embarcarse los generales Noel Enrique Martínez Ochoa e Ismael Eliécer Hurtado Soucre y corrieron igual o peor suerte que Salazar.
La historia de los políticos que trataron de utilizar a Hugo Chávez, esta nutrida de notas de igual o mayor tenor. Solo basta hacer el inventario de quienes están en este momento en la acera de la oposición y desde donde arrancaron cuando se afincó el Proceso Revolucionario del régimen nc²m²t (Narco-comunistacastrista-marxista-maoísta-terrorista).
Con raras excepciones – adecos y copeyanos – la oposición esta engordada de ingenuas y castas palomitas currucucú que se embarcaron desde la primera parada, con el
proyecto chavista, pensando que podían manipular a Hugo Chávez. ¡A propósito, eso incluye a la gran mayoría de los jefes militares que están en disidencia!
Cuando Hugo Chávez decide presentarse como candidato presidencial en las elecciones del 6 de
diciembre de 1998, los políticos de la cuarta republica tomaron esta candidatura con desdén y con un olimpismo pedestre, que los obligó – exactamente cuando tenían las aguas en el cuello – a bajarse de las cabalgaduras de sus candidaturas una semana antes, con la esperanza de derrotar la formula del bolivarianismo. ¡Ya era tarde!
A estas alturas del juego, luego de transcurridos casi los cinco años de su elección; aún tenemos
compatriotas venezolanos, ubicados en la orilla de la oposición; que piensan sacar a un frustrado del golpismo, de la presidencia por los modos y maneras democráticas, cuando este ha fanfarroneado con tanques, aviones, fusiles y morteros y amenazado con una reserva militar de doscientos cincuenta mil hombres, para defender la revolución.
Además de eso Hugo Chávez ha postrado literal y absolutamente todas las instituciones y a las que no, simplemente las ha dividido. Entonces, ante ese escenario pesimista y de frustración... ¿Qué hacer?
1. ¿Nos vamos del país?
2. ¿Seguimos trabajando por el referendo revocatorio (RR)?
3. ¿Nos quedamos peleando?
4. ¿Nos mantenemos indiferentes?
Las alternativas 1 y 4 de antemano quedan descartadas para los venezolanos que sentimos que amamos este país y que queremos dejar una nación en paz y encaminada por derroteros de progreso, a nuestros hijos. ¿Seguimos encaramados en la ilusión de un referendo revocatorio que va a tener todos los obstáculos para su realización? Para muestra varios botones, bástese leer la prensa, hacer evaluación de las noticias y hacerse cada quien las conclusiones personales, sin la contaminación de los medios de comunicación.
Si usted determina que habrá un referendo revocatorio (RR), probablemente usted pase a la categoría de niño de pecho; pero si además de eso usted concluye que ese referendo revocatorio lo va a ganar la oposición; usted entró en la categoría de quienes discuten el sexo de los Ángeles, quienes piensan aún que San Nicolás existe y probablemente, cuando usted muera lo enterrarán en urna blanca y le cantarán en el velorio.
¡Entonces no queda más alternativa que pelear!
Yo sentí pena ajena, por el Diputado a la Asamblea Nacional por el partido COPEI, Cesar Pérez Vivas durante las escenas de televisión en la maratónica sesión para aprobar la Ley del Tribunal Supremo de Justicia, donde la Diputada del MVR Iris Varela lo estrujó, lo apurruñó, le arañó la cara, le dio un golpe bajo, lo pellizcó, le metió el dedo en el ojo, le dio un golpe en la espinilla y demás etcéteras. Pero más pena sentí cuando este detalló ante todos los medios de comunicación nacionales e internacionales que la citada diputada lo tenía a monte donde lo veía, lo encontraba o lo refería.
Que si lo pellizcaba, lo golpeaba, le sacaba la lengua, le torcía los ojos. En fin una reseña de párvulos decualquier escuelita, donde el mas grandote del aula, sacaba la tarea con el mas esmirriado y flacuchento. Solo que en esta ocasión el tarajallo y farolón es la Doña Iris Varela y el macilento y frágil es el Señorito Cesar Pérez Vivas.
Pues bien, eso que ocurrió en la Asamblea Nacional, es un retrato al carbón de lo que esta ocurriendo en el país. Un retrechero y faramallero grandulón que seguirá sacando su campañota hasta que los arrestos y losbríos de la gran mayoría de los venezolanos, tomemos la decisión de ponerle un ojo morado.
Por cierto, todos coincidimos en que la Asamblea Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela es la Gran Diputada de la Republica, en consecuencia todos los diputados son hijos de la Gran Diputada. Mientras todos sus integrantes se comporten como tales, merecerán el respeto y la consideración de los venezolanos, independientemente de que los adversen. Son funcionarios de las más altas jerarquías.
La actuación de Doña Iris Varela (Lo de Doña es por la referencia a la novela de Rómulo Gallegos) en el reciente lance y otros donde deja mucho que desear, que retratan de cuerpo entero al proyecto revolucionario chavista, confirma que la Doña es una verdadera hija de la gran di...puta...da.
En todo caso y sobre la base de que la única alternativa valida para salir de un régimen que se
deslegitimó de origen y de ejercicio es la confrontación, hacia esa vía debemos dirigir nuestros esfuerzos.
Sin olvidar todos los adversarios de Hugo Chávez, que este es actualmente Presidente de la Republica, que arribó democráticamente como producto de unas elecciones ganadas con un alto porcentaje; algo que muchos de los generales y almirantes lanzados a la política, no pudieron alcanzar en los cuarenta oprobiosos años de la democracia cuartarrepublicana, ni los Amos del Valle altamente instruidos en universidades europeas y norteamericanas; ni muchos de los políticos profesionales que aun resuellan por la herida. Porque si de algo va a quedar de esta desagradable experiencia de gobierno, es que no vamos a regresar a las marismas de las
épocas pasadas una vez que solucionemos el problema “Chávez”.
Es Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, tuvo legitimidad de origen, perdió la legitimidad de ejercicio y todos los venezolanos estamos obligados a restituir el imperio de la Constitución Nacional y las leyes; en fin el estado de derecho.
A riesgo de que los adversarios Light del chavismo concluyan – una vez leída esta crónica – que estoy tendiendo puentes hacia la otra orilla, estoy abordando algunas verdades que dolerán a algunos de los muchos compañeros de jornada, de camino y de objetivos; aunque tengamos distintas ópticas en la manera de solucionar el “problema”.
A propósito, mi lugar de combate sigue y seguirá siendo en la trinchera que signifique el enfrentamiento a la barbarie identificada con Hugo Chávez, con el chavismo y con todas las pústulas que se generarán cuando salgamos del problema.
Pero para salir del problema hay que conocer al enemigo, sus modos, sus rutinas, sus debilidades y sus ventajas.
Hugo Chávez se levanta entre 4 y 5 de la madrugada todos los días. A partir de ese momento se engrana en una maquinaria que funciona las 24 horas del día. Este artefacto se ha terminado de pulir desde el arribo de Hugo Chávez al poder y cuenta para ello con todos los poderes del estado, con la gran mayoría de las instituciones, con el dinero del petróleo, con la campaña
publicitaria desarrollada alrededor del mundo; y para hacer mas fácil el mandado con un grupo de calamidades como lideres de la oposición, que han querido mercadear las derrotas por triunfos, las palizas por conquistas, las desorientaciones por faros iluminados, las incompetencias por virtudes, las ineptitudes por valores y la ignorancia por la luz.
Cuando Chávez se acuesta entre las 1 y las 2 de la madrugada del otro día; los engranajes de la
maquinaria de permanencia en el poder (Llámese MVR, Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Poder Moral, Fuerza Armada Nacional, Gobierno Nacional, Gobernadores afectos, militancia, embajadores afectos, etc.) han cumplido y siguen cumpliendo parte de las tareas asignadas. Si a eso agregamos la compra de conciencias, las becas, los carguitos, los aviones, la disposición de satélites, de toda la parafernalia comunicacional de los medios del estado y las insoportables “cadenas”, con las que nos bombardea intermitentemente el gobierno nacional, pudiéramos decir que la revolución si esta avanzando a paso de vencedores, en la pauta que tiene definida.
Cuando eso ocurre, cada uno ya ha cumplido su parte del libreto. Para ellos el tiempo de los amagos es pasado; ya paso la hora de los ensayos. Se trata de entrarle de frente a la lectura y la ejecución de sus pautas, mientras el gran director Hugo Chávez, hace los retoques y dicta la norma de cómo va a hacerse, en el próximo Alo Presidente.
Mientras tanto... ¿que pasa en la oposición en general? Nada. ¡Si, así como lo leen! ¡Nada, simplementenada!
La Coordinadora Democrática (CD), ni coordina ni es democrática. Los integrantes del Bloque
Democrático (BD) no pasan de ser un grupo de renegados folclóricos sin arte ni concierto en este festival de ineptitudes políticas y nulidades estratégicas, que llama eventualmente a la aplicación del articulo 333 y 350 de la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, por la vía de un pronunciamiento cívicomilitar; pero son incapaces de integrar los esfuerzos, de aportar sudores y dejando la responsabilidad principal a los militares.
Los altos jefes militares de la Plaza Altamira ya pasaron a ser una especie en extinción y piezas del museo de la incompetencia; y algunos únicamente suspiran quiméricamente por las glorias huidas de firmar autógrafos en banderas tricolores y senos turgentes de vestales encandiladas; sin atreverse a tomar iniciativas operacionales de naturaleza militar, que los pongan a correr los riesgos de la libertad y la vida, tal cual como lo establece el juramento de promesa de fidelidad a la Bandera Nacional.
El resto de los militares en disidencia sin ninguna filiación grupal, simplemente recurren a la posibilidad de que un grupo de oficiales de grados intermedios asuman una iniciativa que pueda originar, por un efecto cascada, una insurrección general y en la cuál el cazagüirismo civil y militar pueda imponerse abusivamente, por encima de protagonismos legítimos.
Todo este panorama discurre, mientras la grey espera paciente por un líder, alguien que oriente y que de luces en la solución al problema Chávez.
¡Hasta el 2021!

lunes, 15 de septiembre de 2003

Un relato de ciencia ficción

Un día cualquiera del año 125 (DC) – 2126 para los escuálidos y oligarcas de los otros mundos - la FO (Federación de Opositores) inicio un nuevo proceso de recolección de firmas para revocar el mandato a Roy III en Bozaroch (Nominación armada con las silabas iniciales de Bolívar, Zamora, Robinsón y Chávez). Para ser mas explícitos y ahorrar en las referencias lo llamaron el KR73, ya con esta era la septésima tercera vez que se convocaba a los bozaroches opuestos al régimen chavista, de tantas anteriores fallidas, para derogar el mandato constitucional a un presidente revolucionario y bolivariano; esta vez otro descendiente de Hugo Rafael Chávez Frías, quien muy a pesar de la alianza oposicionista bozaroche, reposaba históricamente en el nuevo Panteón Nacional, expresamente construido, en lo que antes fueron predios de la Plaza Francia de Altamira (ahora rebautizada como Sabaneta) para honrar la memoria del constructor de la nueva nacionalidad.
Habiendo sido despachados en todas las ocasiones anteriores por la vía del Knock out, no encontraron mejor referencia para identificar esta nueva jornada histórica de recolección de firmas que el KR73, siglas, a propósito, muy a tono con los indicativos de los viajes interplanetarios, la inteligencia artificial, la robótica y toda esa serie de iniciativas científicas que habían puesto al hombre mas allá de la estratosfera.
El actual presidente de Bozaroch, Don Roy Tarek Hugo de Chávez Ron y Mendoza-Baduel, era descendiente en línea directa del Teniente Coronel (Ej.) Hugo Rafael Chávez Frías. Hijo de Rosa Ines Lina Jazmín de Chávez Alcalá y Cliver Raúl Ron Chaderton, Don Roy – a quien Dios y Hugo guarden – era la más genuina representación de la Casa real barinesa.
Una simple especulación con los apellidos de Don Roy III – a quien Dios y Hugo guarden – daba para ubicar y alinear la estirpe y el abolengo del jerarca bozaroche.
La prensa mundial y nacional bezaroche del día, reseñaba noticias que ilustraban la relación política de Bozaroch con el mundo, y que lo ubicaban como una de las democracias de vanguardia y de avanzada, a nivel del orbe y de otras federaciones interplanetarias.Le Monde Diplomatic mencionaba el viaje interplanetario del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) hasta el tercer anillo de Saturno, a dictar una conferencia sobre las bondades del Plan Robinsón en el proceso de alfabetización de los Saturninos, marcianos y lunáticos.
El diario italiano Corriere Della Serra relataba la visita de estado de la Sumo Pontífice Marisabel II al parlamento italiano. En décadas anteriores, esta monja carmelita descalza, en un complot con los guardias del castillo de Castelgandolfo, hicieron preso al Papa en ejercicio, Aristóbulo III. Ese golpe de estado permitió que por primera vez una mujer asumiera el trono de San Pedro.
El Washington Post, en un largo editorial, describía el gran bajón en las encuestas del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, el Vicealmirante Lázaro Ramiro Jaramillo Bárbaro, un goajiro cubano-colombiano nacionalizado; quien también había llegado al poder en la Casa Blanca mediante una negociación de las transnacionales de la guanomulsión orogénica, una suerte de combustible residual que había desplazado, hacía 80 años, el petróleo.
El Correo del Presidente, el mayor diario de circulación bozaroche, hacía una larga crónica del Alo Presidente numero 6.450, realizado por Don Roy III – a quien Dios y Hugo guarden – en las inmediaciones de la Plaza Sabaneta (Antes Plaza Altamira), para conmemorar el aniversario de la Revolución Bolivariana y la presentación en sociedad y ante los medios de comunicación social, del Infante Don Jorge Raúl Wilfredo II, primero en la línea de sucesión.Ultimas Noticias, uno de los decanos de la prensa bozaroche, detallaba la huelga de hambre que habían iniciado un grupo de militares retirados de la Alianza Militar por Bozaroch (AM, en protesta porque ninguno de los registros y notarias de la capital o la provincia bozaroche, les habían permitido registrar o notariar los estatutos de esa Organización No Gubernamental (ONG) desde los ancestrales años del comienzo de la revolución bolivariana en la antigua Venezuela, hacía ya la bicoca de 122 años exactamente. Desde ese entonces, este grupo de valientes y arriesgados patriotas bozaroches no habían podido, ni siquiera levantar un dedo para enfrentarse al régimen bozaroche. ¡Y tenían razón, no tenían vida legal para actuar!
Ese era el panorama político interno y externo de la idílica vida bozaroche, que mas allá de estas trivialidades del acontecer político, se debatía entre las partidas de dominó presidencial de Don Roy III – a quien Dios y Hugo guarden -, los grandes cultivos organoponicos que habían invadido, ya no la Avenida Chávez (Antes Avenida Bolívar) sino todos los predios de Fuerte Tiuna y La Carlota, donde en la antigua Venezuela existieron guarniciones militares importantes, interrumpidas estas quietudes y serenidades celestiales por los anarquistas en potencia, de la Alianza Militar por Bozaroch (AM que amenazaban con encrespar las quietas aguas de la revolución pacifica bozaroche, una vez que les registraran y notariaran su organización.
Afortunadamente existía una disposición clandestina para impedir su legalización y mientras tanto el régimen podía dormir tranquilo.
Mientras todo esto ocurría, la Federación Opositora (FO) iniciaba su proceso de recolección de las firmas para asestar el KR73 a Don Roy III – a quien Dios y Hugo guarden – esperando esta vez contar con el apoyo de toda la población bozaroche.
Al otro lado de la ciudad, en los apacibles jardines del Palacio de Maisanta, nueva sede del gobierno revolucionario, una vez que se demolió el Palacio de Miraflores; Don Roy III - a quien Dios y Hugo guarden -le terminaba de ahorcar la cochina a sus opositores y se preparaba para trancar el juego.

martes, 2 de septiembre de 2003

De la boca de Acosta Carlés al culo de Gruber Odremán

En primer lugar aspiro que me perdonen los místicos del lenguaje público, por la identificación y el contenido del artículo. Pero era una manera muy grafica de llenar los extremos de la crónica abordada y ser más directo en el tema emprendido.
Considero que el Contralmirante (ARBV) Hernán Gruber Odreman fue lo suficientemente explicito, en la replica a la periodista de Globovisión, cuando señaló cual iba a ser el destino del megáfono que sostenía...! con las dos manos!
De tal forma que señalar hacia la parte posterior del cuerpo, la parte baja de la espalda, el trasero, el ano, el recto, etc. y todas esas manifestaciones que hacen referencia directa e indirecta al culo (del latín cullus, 1. Nalgas, carne mollar que en las personas y en ciertos animales está situada en la parte final del espinazo y el nacimiento de los muslos; 2. Zona carnosa, que en los animales rodea el ano), no pasan de ser una bobería verbal, una trivialidad intelectual y una necedad del lenguaje; ante los asaltos al machete al idioma, en que han
convertido todas sus apariciones publicas, los jerarcas del régimen, empezando por el primus inter pares, el inquilino de Miraflores, Hugo Rafael Chávez Frías, sobre todo en sus dominicales apariciones en el maratónico televisado “Alo Presidente” y los demás integrantes del Comando Táctico Nacional (CTN) del Movimiento Quinta Republica (MVR) y sus ramificaciones en los distintos órganos del poder publico, especialmente hacia la Fuerza Armada Nacional (FAN).
¿Cuál es el objeto de la crónica de Lorenzo abordando un tema, que normalmente, pudiese ser calificado de escabroso y de albañal? Simplemente, reseñar las dimensiones del hueco institucional a donde Hugo Rafael, el Comandante en Jefe, ha lanzado toda una trayectoria de la Fuerza Armada Nacional (FAN)!
El orificio por donde el Primer Magistrado Nacional ha segregado y relegado a la que era una de las corporaciones de más credibilidad en la republica y orgullo de la nacionalidad.
¡Es decir, lo que se quiere es demostrar que nuestro Fuhrer tropical enrolló el articulo 328 y todo lo referido a la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales (LOFAN), sus tradiciones, sus valores, sus principios, su historia, su trayectoria; es decir, la institucionalidad y se la guardó por donde no le pega el sol!
El Contralmirante (ARBV) Hernán Gruber Odreman simplemente lo que hizo fue seguir el ejemplo en la conducta de su jefe. No hay que olvidar que los líderes asumen un modelaje en el desarrollo y ejercicio de su liderazgo. Esa norma de Mando y Conducción que dice “da el ejemplo”, fue seguida al pie de la letra por el poeta, ex gobernador, cuatrista, declamador, orador, golpista, marino y ahora cultor de la escatología verbal, en toda la acepción de la palabra, exteriorizada por el micrófono.
Para empezar debemos decir que esta revolución además de ser bolivariana, bonita, chavista,
robinsoniana, zamorana, fidelista, comunista, marxista, narco, terrorista, maoísta, venezolana, pacifica, armada, castrista, pro cubana es una rebelión biológica, que identifica a sus jerarcas por el uso de funciones, sentidos, órganos, cavidades y excrecencias propias del esqueleto y musculatura, aparato digestivo y excretor, respiratorio, circulatorio; y sistema nervioso e inmunológico, sistema endocrino y aparato reproductor y hasta la piel del cuerpo humano.
Eso hasta cierto punto es una realidad. Porque la revolución bolivariana es un organismo vivo. O sea nace, crece, se reproduce y muere; pero además de eso tiene sistemas, aparatos, funciones muy afines con las de un organismo vivo.
Es una manera muy peculiar de confrontar la defensa del proceso revolucionario con el alma, el espíritu y el cuerpo de cada uno de los integrantes de eso que llaman el proceso. Y eso lo logran asignando a cada parte de este último su cometido en el proyecto bolivariano, con el consecuente efecto en la institución que se representa. Una simple manera de asociar e identificar hombres, instituciones con órganos del cuerpo humano.
Hasta este momento, la asociación triangular hombre-órgano biológico-institución, está consolidada y ratificada con dos hombres de armas del proceso chavista. El General de Brigada (GN) Luis Felipe Acosta Carlés, con su histórico eructo es identificado con la boca. El Contralmirante (ARBV) Hernán Gruber Odreman con su decisión de “meterse por detrás” el aparato de comunicaciones, es asociado con el culo.
Uno expelió por la boca las ventosidades de su abuso de autoridad; el otro admitió su disposición de embutirse el equipo de perifonear a través de las intimidades nalgatorias. Ambos, ante medios de comunicación públicos y privados, nacionales e internacionales, oficialistas y opositores.
Entre el regüeldo comunicacional originado por la malta Polar caliente, durante el allanamiento a la empresa Panamco en Valencia estado Carabobo y la disposición a la introducción anal del megáfono de marca Sharp en la manifestación oficialista frente al Consejo Nacional Electoral (CNE) el día viernes 12 de septiembre de 2003, hay toda una doctrina escatológica revolucionaria.
Todo un mensaje político, entrañaba ambas conductas. Un mensaje que iba más allá de la oposición al gobierno del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y que tenía como destinatario la sociedad civil en general,
la comunidad internacional y todos los organismos multilaterales, que se han sentido con velas supervisoras, en este entierro de la democracia venezolana.
Ese mensaje simplemente indica:”Lo que yo diga, aunque huela mal, es lo que me va a llevar mas allá del 2021; quien no lo acepte de esa manera, simplemente me cago y me meo en eso”.
Ese meta mensaje es la bandera comunicacional que mercadea las metas de la doctrina del Chavismo y ¿Que mejores mensajeros que los miembros de la Fuerza Armada Nacional (FAN)?
Desgraciadamente para las instituciones de su origen profesional (Armada – Guardia Nacional) son hombres representantes de la más alta jerarquía organizacional. Es decir modelos, referencias, arquetipos, ejemplos a seguir. Nadie ha oído en ambos casos, una excusa que desagravie la representatividad de la jerarquía que los identifica.
Por ejemplo; ¿Qué referencia biológica identificaría a los integrantes del Ejercito Venezolano, forjador... ¿de que? Naturalmente que la nariz. Sino que lo diga el trisoleado, el General en Jefe Lucas Enrique Rincón Romero, Ministro del Interior y Justicia; el General de División Jorge Luis García Carneiro, actualmente el
Comandante General del Ejército; el General de División Raúl Isaías Baduel, Comandante de la Cuarta División de Infantería; el General de División José Aquiles Viettri Viettri, Inspector General del Ejército; el General de División Wilfredo Ramón Silva, Comandante de la Tercera División de Infantería; el General de División Melvin López Hidalgo, Secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa; por nombrar, simplemente los mas representativos de la cúpula formal del Ejercito.
Muchos dicen que el General en Jefe Lucas Enrique Rincón Romero, con el lance del 12 de abril de 2002 en horas de la madrugada, cuando anunció al país la renuncia de Chávez, la cuál aceptó; que la referencia de Pinocho y su larga nariz es su caracterización física mas importante.
Es simplemente un ejercicio normal de asociación. Sencillamente, relacionen sus apariciones publicas ante los medios de comunicación social con los postulados de la verdad y confirmarán que nada de lo que exponen para argumentar en ventaja de la defensa del régimen, es realidad. Los jefes del componente más antiguo dentro de la Fuerza Armada Nacional (FAN), tienen un grave problema de mercadear la verdad verdadera. Y eso es producto de los enredos en que han incurrido para justificar las tropelías del régimen.
Vayan a los archivos de las interpelaciones en la Asamblea Nacional, derivadas de los sucesos del 11 de abril de 2002; y examinen los textos de Lucas Rincón ¿Cuándo no?, García Carneiro, Viettri Viettri, Wilfredo Silva, etc. y encontrarán muchas cosas reñidas con la verdad. Háganle seguimiento a las declaraciones eventuales del cartujo de Maracay, el incorpóreo Raúl Isaías y develaran la trama de una novela de tres lochas; analicen las inconsistentes expresiones del General López Hidalgo y no conseguirán nada parecido a la realidad.
En fin, los márgenes de credibilidad de los jefes militares del Ejército están mas abajo del subsuelo.
Difícilmente aprobarían la prueba del polígrafo.
¡Cada vez que hablan les crece la nariz!
En cuanto a los amigos de la aviación militar, realmente no se consiguen argumentos contundentes para identificarlos con un apéndice, un sentido, un nervio, una glándula, un hueso, etc. y toda esa parafernalia biológica que nos estructura de la cabeza, el tronco y las extremidades. Pero, habiéndose identificado ya al Ejercito con la Nariz, la Guardia Nacional con la boca y la Armada con el culo; no queda mas que afiliar a esta fuerza técnica con el único órgano excretor que pudiera oponerse al otro componente técnico.
¡En cualquier momento aparecerá un oficial general de la aviación militar venezolana, haciendo aguas en público para defender virilmente los postulados de la revolución bolivariana!

miércoles, 27 de agosto de 2003

El destino de la FAN en una etapa post Chavez

¿Qué va a pasar con las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN), una vez que solucionemos el grave problema de salir del régimen narco-castro-comunista-marxista-maoísta-terrorista (nc²m²t) de Hugo Chávez Frías? Me imagino que esa gran pregunta tendrá varios orígenes y diversas respuestas dependiendo de la fuente de sus procedencias.
Primero que nada de sus integrantes; y en ellos se incluyen profesionales en situación de actividad y en la honrosa situación de retiro; y todos aquellos venezolanos que se han identificado con la vida institucional de las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN).
En segundo lugar de la sociedad “civil”, propiamente dicha, como la denominan los uniformados. Y dentro de ella se consiguen diversos planteamientos dependiendo también de la fauna política que representen, del análisis de la actuación de la institución militar en esta coyuntura, de los efectos de sus actuaciones y del impacto derivado de la contaminación política que exteriorizan sus jerarcas, en sus enfrentamientos con la opinión publica a través de los medios de comunicación social.
De tal forma, que es difícil conseguirse un venezolano en este momento, que carezca de opinión, de referencias, de posición y hasta de la visión que le asigna al estamento castrense en una etapa post Chávez.
En todo caso, los análisis se orientan a definir varias líneas gruesas en torno al misionamiento corporativo de las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) cuando se solucionen los actuales problemas políticos del país. O sea, después de la extinción política del chavismo como fuerza de gobierno... ¿Qué van a hacer las Fuerzas Armadas Nacionales? ¿Qué misiones van a cumplir? ¿Cómo las van a cumplir? ¿Cuál será su estructura? ¿Cuáles serán las amenazas que definirán sus hipótesis de conflicto? ¿Cuál será el despliegue estratégico que orientará su crecimiento institucional? Esas preguntas - repito - tienen distintos desarrollos, dependiendo del origen político del emisor.
A propósito, la responsabilidad de definir el destino de las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) no debe recaer prioritariamente, en sus integrantes uniformados; esa debe ser una decisión de naturaleza política, tomada por mandos políticos, con líneas políticas que estén en sintonía con la coyuntura política determinante, de una etapa post Chávez que estará signada por una gran conflictividad política, y con una gran carga política anterior, derivada de la actuación política de una institución eminentemente militar pero sujeta a las decisiones políticas de los mandos civiles.
¿Por qué no deben tener participación prioritaria los militares en el proceso de redefinición del rol de las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN)? ¡Es sencillo! No hay institución con mayor espíritu de cuerpo y mayor ejercicio de la necesidad de pertenecer, que la institución armada. Una vez que se superen los problemas políticos de la coyuntura, probablemente los valores de la solidaridad, la amistad y la consecuencia vayan paulatinamente invadiendo los espacios que dieron paso temporal al odio político estimulado por las líneas de pensamiento asentadas en el resentimiento chavista.
La contaminación de esas subjetividades en un proceso que implicará pases a la situación de retiro, juicios, cárcel, reducción de privilegios, equilibrio social e institucional, sinceracion presupuestaria, reducciones organizacionales, modificaciones de la estructura y hasta el manejo objetivo de la desaparición como institución, es decir la eliminación de la Fuerza Armada Nacional enfrentará resistencias sutiles, oposiciones legales, obstáculos personales y estorbos corporativos; la mayoría de estas argumentaciones serán vacías e inconsistentes desde el punto de vista político y no atenderán al reclamo social.
En todo eso subyace una materia bien critica, en la que incluso, la sociedad civil como un todo, debe emitir su opinión, de tal forma que el destino de la Fuerza Armada Nacional (FAN) puede, muy bien, ser sujeto de un Referendo Consultivo, para que quienes pagan los sueldos y salarios de los uniformados, decidan su suerte.
La suerte de los militares, como ocurre en todos los países desarrollados, la deben decidir los civiles. Ese es un riesgo que no debe dejársele correr nuevamente, a la sociedad civil y dejar en las manos de los militares; eso es una exposición en si misma.
El artículo 71 de la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela señala que podrán ser sometidas a referendo consultivo...las materias de especial trascendencia nacional. ¿Es el destino de la Fuerza Armada Nacional una materia de especial trascendencia nacional? ¿Deben opinar los civiles sobre la suerte de los uniformados? ¿El nuevo rol de la Fuerza Armada Nacional debe ser sometido a una consulta pública? ¿La actuación de los militares en esta coyuntura merece una evaluación objetiva por parte de todos los sectores de la sociedad? Me parece que la respuesta es afirmativa; al fin y al cabo somos los civiles quienes pagamos con nuestros impuestos el servicio que proporciona la organización castrense. ¡Y esa decisión debe abarcar todas las alternativas posibles, dependiendo de la valoración que se le haga a su desempeño! ¡Especialmente la actuación desarrollada en esta circunstancia política!
Una primera línea de las decisiones, se identifica con un proceso de mantener el statu quo y otra, la reestructuración. Igualmente dentro de este proceso hay matices; unos de línea dura que arranca de un proceso de reestructuración que arranca de la revisión y modificación de las diferentes estructuras castrenses, hasta uno muy sutil que impone únicamente el descabezamiento de los mandos que actualmente están identificados con el chavismo militante, hasta la decisión terminal y conclusiva de eliminar a la Fuerza Armada Nacional.
Nos imaginamos un proceso referendario para toda la población en el que la pregunta esté desarrollada en los siguientes términos:
¿Cómo desea usted que se inicie un proceso de evaluación y redefinición del rol de la Fuerza Armada Nacional?
1. El statu quo.
2. La Reestructuración.
3. La eliminación
Una simple rayita o equis mayoritaria, en cualquiera de las alternativas planteadas decidirá el destino y la suerte de quienes constitucionalmente, son los responsables de la seguridad y la defensa de la nación y que desgraciadamente no han sabido estar a la altura de las circunstancias, para el cumplimiento de sus deberes.
Tal cuál como se orienta la valoración de la actuación institucional, como producto de la actual situación política, abrumadoramente arrasaría el ítem. número 3 ¡No hay que olvidar que en una gran porción mayoritaria de la población civil, subsistía la tesis del parasitismo de los militares durante la Cuarta Republica y eso esta siendo alimentado por la cómoda posición de Las Jineteras de la Revolución Bolivariana (Los Militares Ex - Institucionalistas) en esta circunstancia de enfrentar al régimen nc²m²t, por su abierta actitud violatoria de la Constitución Nacional! ¡Esta será la ocasión en que se pasará una gran factura institucional, con intereses y todo!
El statu quo era el proceso que se seguía en la Cuarta Republica y en todos los países desarrollados con Fuerzas Armadas Nacionales institucionales, de relevar de los cargos de confianza, a aquellos altos mandos del régimen anterior y colocar al frente de ellos a cuadros identificados con las nuevas políticas que se iban a implementar en el nuevo gobierno. Generalmente ello entrañaba designaciones bien reducidas y no iba mas allá de lo que se conoce como el Alto mando Militar y cargos inmediatos. En modo alguno eso alcanzaba hasta los cuadros altos con comandos directos de tropa (Comandos de División, Brigadas, Direcciones de Escuela, Estado Mayor General de los componentes, Comandos de batallón, etc.) y por supuesto, nada para abajo. Eso era lógico, aceptable y fluía sin ningún tipo de traumas dentro de la organización castrense.
Esta alternativa, en una situación normal es la mas lógica y aceptable. Es una forma de acción viable, al cumplirse con todos los cometidos institucionales de hacer los relevos orgánicos, seguir cumpliendo las misiones, y no generar trauma alguno de naturaleza organizacional.
Una vez superado el escollo de salir del régimen nc²m²t, ¿quien puede pensar en dejar al frente de los mandos de Divisiones, Brigadas, Bases Aéreas, Regionales, Batallones, Unidades de Superficie, Unidades Aéreas, etc. - asumiendo que lógicamente todo el Alto Mando Militar debe ser defenestrado - a Comandantes, Segundos Comandantes, Jefes, Directores, Estados Mayores y cuadros medios y bajos; y cuando estamos refiriéndonos a niveles bajos, estamos hablando de tenientes, subtenientes, sargentos, cadetes, tropa alistada, con compromisos políticos abiertamente orientados hacia el régimen nc²m²t?
Unidades enteras y completas tendrán que licenciar (dar de baja) a todo su personal de tropa. La respuesta lógica es... Nadie. ¡A no ser que quieran dormir con el enemigo!
Ese razonamiento, por la vía de los hechos obliga a segregar la alternativa del Statu quo (Forma de acción número 1) y orientar la decisión colectiva hacia la reestructuración (Forma de acción número 2) o la eliminación (Forma de acción número 3).
Vamos a diagnosticar la propuesta de la reestructuración sin ningún dolor institucional. Hagamos simplemente un ejercicio de medicina corporativa, para valorar la sintomatología del enfermo y proponer la etiología castrense y la farmacología post Chávez en un paciente que tiene una gravedad aparente, una hinchazón estructural y un gran dolor interno que ella misma ha orientado hacia niveles de postración y de coma estructural. Decir que la Fuerza Armada Nacional está actualmente en terapia intensiva, con todos los aparatos puestos para aliviar la respiración, no es ninguna exageración dialéctica. Que conste que esto queremos hacerlo, para; en ningún momento hacer la autopsia al cadáver de la organización.
La reestructuración atiende fundamentalmente a un proceso de revisión de la actual constitución de la organización y proponer maneras de funcionamiento, distintas a las vigentes. Lo que las nuevas líneas gerenciales y las modernas posturas de la administración contemporánea señalan como una reingeniería organizacional, se encuadraría en un procedimiento de analizar ¿como funciona? ¿Con que funciona? ¿Para que funciona? ¿Con quienes funciona? y simplemente determinar la eficiencia de los procesos orgánicos en la elaboración del servicio que proporciona esa empresa: La Seguridad y la Defensa de la Nación.
Vamos a ser más ilustrativos y mucho más gráficos con los ejemplos; si usted contrata una compañía de seguridad integrada por gente del entorno, para su residencia o para su edificio, y en esos ambientes se inicia un proceso de robos, de violaciones, de incumplimiento de las normas; los dueños deben iniciar un proceso de reingeniería de la seguridad del inmueble. Les queda dos alternativas, contratan otra compañía o simplemente la seguridad se la proporcionan ellos mismos. Nadie quiere tener a delincuentes en su residencia.
El proceso de la reingeniería de la Fuerza Armada Nacional entrañará cambios fundamentales en la manera como es manejada la organización para ayudar a lidiar con un nuevo ambiente de mercado corporativo y las nuevas exigencias surgidas como producto de la circunstancia política del post chavismo.
En un análisis elemental primario, que se haría a la compañía de seguridad se determinaría si están cumpliendo la misión de la seguridad o no.
La primera pregunta que deben plantearse los responsables políticos de determinar el destino de las Fuerzas Armadas Nacionales es... ¿Qué significa ser una institución? ¿Cuál era el perfil de la institución armada antes de la llegada de Hugo Chávez al poder? ¿Regresamos al estándar anterior o aprovechamos la ocasión para modernizarla, adecuarla a los nuevos tiempos? O simplemente...! La eliminamos!
La institución mas favorecida de los efectos constituyentes de 1999 fue sin lugar a dudas la Fuerza Armada Nacional.
La Fuerza Armada Nacional producto de la Constituyente de 1999 se nutrió prioritariamente de derechos y se deslastró del mas importante deber que tenía asignado en la Constitución de 1961, la moribunda o la extinta. Dejó de lado su deber fundamental de cuidar la propia esencia de la Constitución Nacional el cuál señalaba en el articulo 132 textualmente: “Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una institución apolítica, obediente y no deliberante, organizada por el estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes, cuyo acatamiento estará siempre por encima de cualquier otra obligación. Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la Republica, y en ningún caso al de una persona o parcialidad política”.
La Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela de 1999, prevé en el artículo 328 las funciones básicas atribuidas a la Fuerza Armada Nacional (FAN), el cual reza textualmente: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta constitución y la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejercito, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio según lo establezca su respectiva ley orgánica”
Entonces, ese proceso constituyente le asignó a la Fuerza Armada Nacional la posibilidad de intervenir activamente en política interna al quitarle la condición de apolítica y la no deliberancia, y dejar de lado la función de policía constitucional que tenía atribuida. Esta última función se diluye con el resto de la sociedad en el artículo 333 de la nueva constitución.
Las consecuencias de quitarle los frenos constitucionales a la Fuerza Armada Nacional de participar activamente en la política domestica se están sintiendo hasta lo mas profundo de la sociedad y ya tendrán sus repercusiones institucionales, una vez que el régimen nc²m²t de Hugo Rafael Chávez Frías forme parte del estercolero de la historia.
El proceso de ascensos únicamente a nivel ejecutivo es otra historia bufa de esta mala experiencia política del país. La Constitución de 1961 señalaba en el Capitulo II Del Senado artículo 150. Son atribuciones del Senado, Ordinal Quinto: Autorizar el ascenso de Oficiales de las Fuerzas Armadas, desde Coronel o Capitán de Navío, inclusive.
La Bicha de 1999 señala en el articulo 236 ordinal sexto como atribuciones del Presidente de la Republica: “Ejercer el mando supremo de la Fuerza Armada Nacional, promover sus oficiales a partir del grado de Coronel o Coronela o Capitán o Capitana de Navío, y nombrarlos o nombrarlas para los cargos que les son privativos”.
¿Qué ha hecho Chávez con esta facultad constitucional? Simplemente cubrir todas las plazas vacantes con afectos al régimen nc²m²t e iniciar un proceso de descomposición y desmantelamiento institucional de la Fuerza Armada Nacional, erosionando los pilares fundamentales de la organización, como son la disciplina, la obediencia y la subordinación; al promocionar y estimular los antivalores (La mentira, la hipocresía, la traición, la felonía, la apostasía, la vileza, la mediocridad, la intriga, la cobardía, el desapego, la deslealtad, la inconsecuencia, el malinchismo, el deshonor, la enemistad, la informalidad, la indiscreción, la aflicción, etc.)de la corporación militar.
Otro de los incidentes para orientar, en la decisión de la sociedad civil, será la seguridad social de los militares, la cuál también alcanzó niveles constitucionales en el año 1999 (Régimen de seguridad social integral propio, etc.). A estas alturas del funcionamiento del Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas (IPSFA) – mas de cincuenta años – el ente de previsión social de los militares debería haber iniciado un proceso de autogestión o cogestión para deslastrarse del ayuntamiento con el estado, con la gran carga que significa depender del fondo de pensiones, fondo del cuidado integral de salud, fondo de fideicomiso de prestaciones sociales y cualquier otro fondo con el que muchas veces se alimentan las corruptelas de los jerarcas militares y a veces hasta el alto gobierno, sin ningún atisbo de eficiencia para la misión original .
La historia del Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas (IPSFA) en materia de gestión administrativa es digna de llevarla al libro negro de la corrupción y la incompetencia gerencial de Guinnes; Almacenes Militares que arrastran una raya roja desde hace tiempos inmemoriales (En el año 2002 tenían un déficit de 19 millardos de bolívares), Supermercados que aún no han salido de una situación deficitaria a pesar de las Alianzas Estratégicas recientes, Sistemas de Ahorro (SISA) que sirven como Caja Chica para el funcionamiento de una jerarquía corrupta y que funciona sin alguna garantía financiera para los ahorristas; una Compañía de Seguros (Seguros Horizonte) que depende fundamentalmente de las erogaciones del estado, a pesar de disponer de un mercado cautivo de casi 12 mil clientes sin ningún tipo de mora y que con cada ejercicio financiero queda en situación de intervención por la Superintendencia de Seguros; una Champiñonera chavista (Siempre la acompaña el color rojo en sus estados de ganancias y perdidas); una compañía de mantenimiento IPSFA-CLEAN sin ninguna posibilidad de crecimiento; una Administradora para la Vivienda en Guarnición (Vienguarca) que no resiste una auditoria objetiva; una agencia de viajes y turismo (IFAMIL-Viajes y Turismo )cuyas ganancias al final de cada ejercicio, son risibles; dos estaciones de servicio que – léase bien – son las únicas en el mundo del comercio de los combustibles, que dan perdidas; un patrimonio de activos en inmuebles, terrenos sin algún tipo de control y un capital de fideicomiso de prestaciones sociales casi en el orden de los 170 millardos de bolívares, que sirve para nutrir canallamente bolsillos que no son los de sus dueños naturales (Los oficiales, suboficiales profesionales de carrera y tropa profesional con derecho, según la Ley de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas); y lo que es peor, cualquier posibilidad de “montar” negocios financieros que reporten dinero fresco a cualquiera de los fondos de seguridad social del instituto y que permitan independizarse y hacer letra activa, la norma constitucional de activar un régimen de seguridad integral propio.
El portafolio de la venta de vehículos y el convenio con el Fondo de Desarrollo Urbano (FONDUR) mediante el cuál se asignaron inmuebles a un grueso numero de profesionales militares, son grandes emblemas de corrupción que no resisten una auditoria de un niño de pantalón corto y que en su debido momento harán la explosión comunicacional y jurídica, correspondiente.
La progresión geométrica del aumento financiero del costo de las pensiones militares es otra de las bombas que explotará en su debido momento. Los militares cotizan legal y automáticamente el 5 % de sus sueldos para financiar su pensión de retiro. La actual nomina de la pensión de retiro de todos los pensionados de la Fuerza Armada Nacional estaba promediada en el año 2002, en frecuencia mensual de 23 millardos (En este momento debe estar por el orden de los 25 millardos), de los cuales los activos costeaban en el orden del 12% de esos 23 millardos (aproximadamente 2,76 millardos) el resto – 20,24 millardos - salía de fondos del estado o de algún repele que mantenía clandestinamente el instituto.
El presupuesto fiscal del IPSFA para el año 2002 fue de 387.655.545.643 bolívares (trescientos ochenta y siete millardos redondeados) de los cuales los afiliados cotizaron 48.111.757.472 bolívares (12, 40 %) y el instituto aportó con recursos propios 89.060.704.663 bolívares (23 %); el aporte del estado venezolano fue de 250.483.083.508 bolívares (64,60 %). ¿Es eficiente una corporación con empresas, negocios, terrenos y activos; que no sea capaz en 50 años de costear los fondos para su nomina de empleados y obreros, o que al menos contribuya mas allá del 50% con la nomina de sus pensionados? ¡La respuesta es NO rotundamente!
Para el año 2007, la estimación es que esa nomina esté en el orden de los 38 millardos de bolívares mensuales (Treinta y ocho seguido de nueve ceros); ceros que por supuesto proporcionará el cada día mas reducido ingreso de una estatal petrolera que regala groseramente su rendimiento a los cubanos, de los impuestos que religiosamente cancelan los sobrevivientes empresarios civiles arrinconados por el régimen nc²m²t, y otra diferencia que aportan los ciudadanos de a pie. Como se ve, esos recursos en su mayoría saldrán de los bolsillos de los miembros de la sociedad civil que esperan de los uniformados, respuestas ajustadas a lo que contempla la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, en el articulo 328.
La otra cotización de los uniformados era el 6,5 % del sueldo, que cubría el Fondo para el Cuidado Integral de la Salud y que iba normalmente a nutrir bolsillos saludables de otros jerarcas, entre los cuales estaba el del Presidente del IPSFA, del Presidente de Seguros Horizonte, el Director de Sanidad Militar, el Director General Sectorial de Bienestar y Seguridad Social y el Director del Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo y que ahora con la implementación demagógica del Plan Barrio Adentro y la utilización de la mayoría de los hospitales militares del país, en esta iniciativa política del régimen nc²m²t; los servicios médicos para uniformados, familiares con derecho iban a colapsar y de hecho lo están.
¿En que momento los ciudadanos iban a poner el grito al cielo de no seguir financiando la corrupción militar por la vía de la seguridad social de estos? Bueno, no hay mejor oportunidad para pasar la facturita de la eficiencia, que esta coyuntura política, una vez que se solucione el problema Chávez.
El número de pensionados de la Fuerza Armada Nacional cerró en el año 2001 con 28.860 de los cuales el 60 % estaba ubicado entre los 15 y 20 años de servicio y el promedio de edad oscilaba entre los 35 y 45 años de edad. De este porcentaje un 65 % corresponde a la Guardia Nacional de Venezuela y resto del porcentaje se diluye en los demás componentes. La estimación es que el número se incremente para el año de 2007 hasta 35.291 casos
Tal cual como va la situación financiera del país, los uniformados (Activos y retirados) representarán una gran carga financiera – ahora si se justificará mas la noción de parásitos que han arrastrado los castrenses - en relación al resto del país y tendrán una situación privilegiada, que no ha sido compensada hasta el momento con el sacrificio que deben hacer los guerreros, para garantizar la seguridad y la defensa de la nación; y lo que es peor garantizar la vigencia de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. Normalmente a militares y policías se les da el beneficio de disponer de una pensión con menos años de servicio que el resto de las profesiones y oficios, por los riesgos que corren en sus respectivas profesiones; pero, después de esta experiencia política con los militares ¿Quién los va a privilegiar con la etiqueta de ser mas iguales que el resto de los venezolanos?...! Nadie!
En cuanto al beneficio del antejuicio de merito (Articulo 266. Son atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia; ordinal tercero de la Constitución de la Republica Bolivariana: Declarar si hay o no merito para el enjuiciamiento del Vicepresidente o Vicepresidenta de la Republica, de los o las integrantes de la Asamblea Nacional o del propio Tribunal Supremo de Justicia, de los Ministros o Ministras, del Procurador o Procuradora General, del Fiscal o Fiscala General, del Contralor o Contralora General de la Republica, del Defensor o Defensora del Pueblo, los gobernadores o Gobernadoras, Oficiales u Oficialas generales y almirantes de la Fuerza Armada Nacional, etc.), ni hablar. Fue peor el remedio que la enfermedad.
Un beneficio que ha debido ser para aquellos oficiales generales y almirantes que por virtud de cargo debían mantener el beneficio procesal, ha servido para escudar hasta los embates de las demandas de divorcio y los choques de los vehículos, de nuestros oficiales generales y almirantes. Este ha sido el peor referente en materia de liderazgo que no se determinó en el mediano y el largo plazo.
El mejor referente que resume la inutilidad institucional de este beneficio para todos los oficiales generales y almirantes sin ningún distingo, es la experiencia de los sucesos del 11 de abril de 2002, cuando los lideres de los pronunciamientos militares (a excepción del General de la Guardia Nacional Carlos Alfonso Martínez, quien cayó in fraganti) dejaron en la estacada de los tribunales, a todos sus subalternos y se aferraron a la tabla de la salvación del beneficio del antejuicio, para evitar pisar una cárcel o en ultima instancia ser pasados a la situación de retiro, mientras sus subalternos pagaban canas abusivas, eran pasados a la situación de retiro y eran expuestos canallescamente en tribunales, sin disfrutar de ningún tipo de beneficio procesal. ¿Cómo quedaba aquello del liderazgo, de dar el ejemplo? ¡A propósito, si nuestros oficiales generales y almirantes de la coyuntura del 11 de abril de 2002, se hubiesen desprendido individualmente de este absurdo y discriminatorio beneficio procesal, ello hubiese contribuido a aclarar muchas cosas en los juicios que se había incoado; y de repente el problema de Chávez y su régimen nc²m²t ya se hubiese solucionado! ¡Hagan un simple ejercicio imaginativo!
Lo peor no es eso, sino ¿Cómo quedarán los heroicos generales y almirantes chavistas, una vez que salgamos del régimen nc²m²t y les toque enfrentar los juicios por corrupción, lesa humanidad, traición a la patria, abuso de autoridad, usurpación de funciones, etc.? ¡Que no son precisamente para pagar presentaciones[1] por no cargar dos pañuelos, peine, cortaúñas y Código de Honor en el bolsillo! ¡No pisarán tribunal alguno de la Republica, amparados por ese adefesio jurídico y abiertamente discriminatorio que hábilmente insertó el Fuhrer Llanero en la Constitución Nacional, que se llama el beneficio del antejuicio de merito!
¡Sin mencionar la actual realidad del estado de apresto de la maquinaria militar, que está en niveles realmente de postración; estamos hablando de la organización, el equipamiento y ni hablar del entrenamiento. Tal cual como estamos en los niveles de apresto, no somos capaces de ganarle una partida de dominó a los arubanos, con el perdón de la organización de seguridad de los arubanos!
El liderazgo de los jefes está al ras del suelo, la moral institucional más abajo del subsuelo, el equipamiento se ha orientado a la dotación de sacos, huacales, montacargas, cavas refrigeradas; la experiencia de los líderes no pasa más allá de valorar la carne, los pollos, las verduras y la charcutería, casi al nivel de los amigos portugueses del Central Madeirense, hemos sustituido en la Fuerza Armada Nacional el fusil por el peso y la balanza, la bufanda por el saco, el sable por el cuchillo carnicero, la bayoneta por la caja registradora; no les interesa si el enemigo adelanta las posiciones de artillería o intensifica el patrullaje mas allá de la línea fronteriza; es mas interesante como sube el valor del queso y de que manera pueden nuestros efectivos aliviar el costo de la leche recién ordeñada a puerta de corral. Estamos seguros que las conclusiones de la Apreciaciones de Inteligencia de todos nuestros vecinos geográficos arriban a decir, que la mas probable posibilidad del enemigo es: “Establecer, a partir de este momento, un megamercado en sus actuales posiciones defensivas y reforzar sus posiciones con los cultivos hidropónicos y sesiones de alfabetización del Plan Robinsón”.
Todo ello sin hablar profundamente y darle uso justificado a todas las instalaciones militares que se devolverían a la nación, los terrenos militares que se destinarían para un uso productivo y la reorientación del presupuesto de gastos que se recortaría al Ministerio de la Defensa, componentes, direcciones, comandos, reparticiones, etc. consumidos ineficientemente por la organización militar; y que pudiera racionalizarse y direccionarse para hospitales, escuelas, universidades, infraestructura vial, mantenimiento, obras publicas, investigación, desarrollo, etc.
Hasta allí la justificación para hacer una reestructuración a fondo de los procesos de la Fuerza Armada Nacional.
En cuanto a la eliminación de la Fuerza Armada Nacional, remítase a la argumentación anterior y encontrara suficientes razones para decidirse, mas que por la reestructuración, por la eliminación y poner en este ítem, una rayota bien grandotota, una gran equis en la que descargue toda la tinta de su bolígrafo, con toda la fuerza de su rabia contenida, de no ver nada en el horizonte político, que le señale una modificación a la aberrante conducta institucional que ha arrastrado hasta el momento, esta organización militar.
Los grandes mimados de la Carta Magna no han sido capaces de defender los mismos privilegios que les previó la misma Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela.
¡Los propios Chacumbeles!


[1] Castigos previstos en el Reglamento de Castigos Disciplinarios número 6.

martes, 26 de agosto de 2003

Los valores en la actual FAN

Toda la vida, la institución armada se ha nutrido de valores y principios. Existió en la organización una suerte de decálogo de referencias para la actuación del Cadete Militar Venezolano en su actuación institucional, ciudadana y personal.
La maquina que siempre movió a las Fuerzas Armadas Nacionales fue la satisfacción del deber cumplido. Más allá de eso no había referencia material que arropara el beneplácito de saber que se había arribado a concluir la exigencia operacional, el requerimiento administrativo inherente al cargo.
No existía compensación material para un militar, que equilibrara el saber que se había arribado a la meta establecida. Bastaba saber que se había obedecido las disposiciones y se había arribado al cumplimiento del deber.
Una felicitación por escrito, una palmada, un aplauso, una condecoración, una mención en la orden del día, una barra de honor al merito, un ascenso eran suficientes para compensar los esfuerzos del profesional y el alistado militar en el cumplimiento de sus obligaciones.
Esa era la savia de la organización militar venezolana. El nutriente de todas las organizaciones militares del mundo.
Eso es lo que diferencia una Fuerza Armada de línea, institucional, del estado; a una fuerza mercenaria.
Ese decálogo es lo que se conoció como el Código de Honor del Cadete en la Academia Militar de Venezuela y otros equivalentes del honor en los demás institutos de formación profesional de las Fuerzas Armadas Nacionales. Era obligatorio el conocimiento y aplicación de cada una de las diez normas desarrolladas en el mismo, incluso había que aprendérselo de memoria para poder salvarse de sanciones disciplinarias.
Recuerdo que uno de los artículos mas importantes del código citado era el numero 6: “Prometo guardar culto al valor, a la honestidad y a la verdad; que guardare y mantendré aún con riesgo de mi propia seguridad y bienestar”.
La honestidad es una de las cualidades que nos gustaría encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría que todos los integrantes de una corporación la poseyeran.
La honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo que le es debido.
Podemos ver como actitudes deshonestas la hipocresía, aparentando una personalidad que no se tiene para ganarse la estimación de los demás; el mentir continuamente; el simular trabajar o estudiar para no recibir una llamada de atención de los padres o del jefe inmediato; el no guardar en confidencia algún asunto del que hemos hecho la promesa de no revelarlo; no cumpliendo con la palabra dada, los compromisos hechos y la infidelidad.
Faltar a la honestidad nos lleva a romper los lazos de amistad establecidos, en el trabajo, la familia y en el ambiente social en el que nos desenvolvemos, pensemos que de esta manera la convivencia se hace prácticamente imposible, pues ésta no se da, si las personas somos incapaces de confiar unos en otros.
Para ser honesto hace falta ser sinceros en todo lo que decimos; fieles a las promesas hechas en el matrimonio, en los compromisos, en la empresa o negocio en el que trabajamos y con las personas que participan de la misma labor; actuando justamente en el comercio y en las opiniones que damos respecto a los demás. Todos esperan de nosotros un comportamiento serio, correcto, justo, desinteresado, con espíritu de servicio, pues saben que siempre damos un poco más de lo esperado.
En la convivencia diaria podemos vivir la honestidad con los demás, no causando daño a la opinión que en general se tiene de ellas, lo cual se puede dar cuando les atribuimos defectos que no tienen o juzgando con ligereza su actuar; si evitamos sacar provecho u obtener un beneficio a costa de sus debilidades o de su ignorancia; guardando como propio el secreto profesional de aquella información que es particularmente importante para la empresa en la que prestamos nuestros servicios, o de aquel asunto importante o delicado que nos ha confiado el paciente o cliente que ha pedido nuestra ayuda; evitando provocar discordia y malos entendidos entre las personas que conocemos; señalando con firmeza el grave error que se comete al hacer calumnias y difamaciones de quienes que no están presentes; devolviendo con oportunidad las cosas que no nos pertenecen y restituyendo todo aquello que de manera involuntaria o por descuido hayamos dañado.
Si queremos ser honestos, debemos empezar por enfrentar con valor nuestros defectos y buscando la manera más eficaz de superarlos, con acciones que nos lleven a mejorar todo aquello que afecta a nuestra persona y como consecuencia a nuestros semejantes, rectificando cada vez que nos equivocamos y cumpliendo con nuestro deber en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.
La honestidad desemboca necesariamente en el honor. Este es la sublimación de la consecuencia entre lo que se dice con lo que se hace.
Habitualmente se ha dicho que los militares son hombres de honor. Seres rectos, capaces de cumplir con la palabra empeñada y con el juramento expresado. La palabra de un militar era tenida como un documento compromiso, lacrado con el honor de quien la cedía. De allí la existencia del juramento y la promesa de fidelidad a la bandera nacional.
El Juramento de Promesa de Fidelidad a la Bandera Nacional es una materialización del empeño de la palabra de los militares. En ello les va el honor.
Cuando el superior pregunta solemnemente a los subalternos ¿Prometéis a Dios y a la Republica, en presencia de la Bandera, defender la patria y sus instituciones hasta perder la vida y no abandonar jamás a vuestros superiores? Con el ¡Si...lo prometo! Que se exterioriza como respuesta se esta sellando un compromiso del honor.
¡Pero veamos cuales son los valores que se están comprometiendo y que están participando del acto intrínsecamente, cuando se empeña la palabra en este juramento! La verdad inicialmente, Dios, la Republica, la Bandera Nacional, la Patria, sus instituciones, la vida, los superiores.
Eso, en esta revolución bolivariana ha pasado a ser pasto del recuerdo. ¡Quien se aventure a manifestar su condición de hombre de honor, asumo que será objeto de rechiflas y trompetillas e inmediatamente es segregado del rebaño carmesí!
La honestidad como cotización moral en un militar es una de las referencias más importantes. El honor siempre ha sido para los militares un faro que ilumina cada una de sus actuaciones. Esta no solamente tiene que ver con la pulcritud en las actuaciones, sino también con la consecuencia con los arquetipos ideológicos y doctrinarios de una persona, sean de orden personal, corporativo e institucional, social y hasta nacional.
La honestidad ha quedado sepultada en las paletadas del ¿cuánto hay pa’ eso militar?, en las camionadas del ¿cómo quedo yo ahí castrense? Y en las empujadas del ¡lo mío me lo dejas en la olla camuflado!
Otro de los referentes corporativos es la valentía; la cuál es un valor universal que nos enseña a defender aquello que vale la pena, a dominar nuestros miedos y a sobreponernos en la adversidad. Sin la valentía, en los momentos difíciles nuestras vidas podrían irse a la deriva, sin embargo la fortaleza interior conducida por una conciencia recta, pueden llevarnos más lejos de lo que podríamos imaginar.
Ser valiente no es sencillo. En ocasiones, la valentía significa afrontar las consecuencias de nuestros actos, los productos de nuestros errores. El niño que admite ante sus padres que fue él quien rompió la ventana del vecino, el empleado que reconoce el no haber hecho su trabajo como era debido, el padre de familia que acepta ante sus hijos que debería haber pasado más tiempo con ellos son ejemplos que, por desgracia, a veces no son tan comunes: son ejemplos de personas que han tenido la fuerza de aceptar su error y de afrontar sus consecuencias.
La vida misma no es sencilla y puede ser, en ocasiones, sorprendentemente dura: La muerte de un ser querido, una enfermedad, la ruina de un negocio son ejemplos de momentos tremendamente difíciles. La valentía es la diferencia entre hundirse o seguir nadando.
Por otra parte, la valentía también tiene que ver directamente con defender lo que sabemos que es correcto. La conciencia con frecuencia nos indica que se está cometiendo una injusticia, o que se está violentando algún derecho. En esos momentos, es necesaria una posición concreta para actuar como es debido y para defender lo que está bien.
La valentía nos hace personas ordinarias que pueden obtener resultados extraordinarios. Una persona que defiende al débil, que admite sus errores, que afronta las consecuencias de sus actos, que no calla cuando sabe que algo está mal, puede estar asumiendo riesgos, pero también está creando una diferencia real en su vida y en el mundo que le rodea.
Los seres humanos solemos dejarnos llevar por la comodidad y, desgraciadamente, por los miedos. Con gran frecuencia generamos nuestros propios fantasmas y temores inexistentes; nos planteamos consecuencias que aún no existen pero que vemos como algo muy real. ¡Qué triste es el papel de un muchacho que no se atreve a decirle a una chica cuánto le gusta por miedo a que ella le rechace! No es raro que nuestra imaginación nos traicione planteándonos escenarios y panoramas desoladores, y nos inmovilizamos simplemente porque creemos que algo puede salir mal.
La valentía es afrontar riesgos, vencer miedos. A veces las consecuencias de algo pueden ser duras. En ocasiones nuestra valentía no cambia el mundo. El niño que admite haber roto la ventana del vecino puede ser de cualquier forma castigado, quizá el padre que confiesa no haber pasado suficiente tiempo con sus hijos no puede cambiar el alejamiento con su familia, también a veces el muchacho que le abre su corazón a la chica que le gusta es rechazado. La valentía no asegura el éxito inmediato, eso es cierto. Sin embargo hay una gran diferencia entre ser un cobarde y ser un valiente: la posibilidad de lograr algo. La diferencia es Esperanza. Quien es cobarde tiene un futuro cierto: la mediocridad. Quien es valiente tiene un futuro inmediato incierto, pero siempre encontrará al final del camino la corona de la victoria.
El valor como referencia en la actuación del militar es obvio. Normalmente el estereotipo más consecuente, al hacer mención a la vida militar, era el de la valentía. El policía y el militar eran sinónimos de valor, de temeridad, audacia; todas ellas contiguas al valor personal. No se puede concebir a un militar como cobarde. Al fin y al cabo la confrontación de la prisión y la muerte son el día a día durante la guerra; y durante la paz, a pesar de que el riesgo se atenúa, en cualquier momento se va a enfrentar.
En alguna oportunidad el militar deberá tomar decisiones en las que tenga que enfrentar el riesgo de la prisión o de la muerte. Eso no es un riesgo que se ignora, se asume desde el mismo momento en que se adopta el compromiso de “...defender la patria y sus instituciones hasta perder la vida”. Nadie puede decir que fue engañado.
El valor de muchos de nuestros uniformados, la mayor parte de los ahora institucionalistas y de los ex (Los coloquialmente conocidos como Jineteras de la Revolución Bolivariana), se ha quedado en las tasaciones de los apartamentos adquiridos en los exclusivos condominios, reservados para los escuálidos según la absurda teoría revolucionaria chavista. Ese bien es de un valor inalcanzable.
Por cierto, hay que ser honestos y reconocer la valentía y la honestidad de algunos de los que abrazan las banderas de la revolución. Son consecuentes y creen en lo que están haciendo, que es lo contrario de muchos oportunistas y arribistas políticos y militares; y en ese grupo numeroso se insertan un alto porcentaje de nuestras Jineteras de la revolución Bolivariana (Los antiguos militares institucionalistas).
Por ultimo el valor de la verdad. La verdad es un valor que caracteriza a las personas por la actitud congruente que mantienen en todo momento, basada en la claridad de sus palabras y acciones.
¿Alguna vez has sentido la desilusión de descubrir la verdad?, ¿esa verdad que descubre un engaño o una mentira?, seguramente si; la incomodidad que provoca el sentirnos defraudados, es una experiencia que nunca deseamos volver a vivir, y a veces, nos impide volver a confiar en las personas, aún sin ser las causantes de nuestra desilusión.
Pero la verdad, como los demás valores, no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir para tener amigos, para ser dignos de confianza.
Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto que parece tan sencillo, a veces es lo que más cuesta trabajo. Utilizamos las "mentiras piadosas" en circunstancias que calificamos como de baja importancia, donde no pasa nada: como el decir que estamos avanzados en el trabajo, cuando aún no hemos comenzado, por la suposición de que es fácil y en cualquier momento podemos estar al corriente. Obviamente, una pequeña mentira, llevará a otra más grande y así sucesivamente... hasta que nos sorprenden.
Al inventar defectos o hacerlos más grandes en una persona, ocultamos el enojo o la envidia que tenemos. Con aires de ser "franco" o "sincero", decimos con facilidad los errores que comenten los demás, mostrando lo ineptos o limitados que son.
No todo esta en la palabra, también se puede ver la verdad en nuestras actitudes. Cuando aparentamos lo que no somos, (normalmente es según el propósito que se persiga: trabajo, amistad, negocios, círculo social...), se tiene la tendencia a mostrar una personalidad ficticia: inteligentes, simpáticos, educados, de buenas costumbres... En este momento viene a nuestra mente el viejo refrán que dice: "dime de que presumes... y te diré de que careces"; gran desilusión causa el descubrir a la persona como era en la realidad, alguna vez hemos dicho o escuchado: "no era como yo pensaba", "creí que era diferente", "si fuese sincero, otra cosa sería"...
Cabe enfatizar que "decir" la verdad es una parte de la Sinceridad, pero también "actuar" conforme a la verdad, es requisito indispensable.
El mostrarnos "como somos en la realidad", nos hace congruentes entre lo que decimos, hacemos y pensamos, esto se logra con el conocimiento y la aceptación de nuestras cualidades y limitaciones,
En ocasiones faltamos a la verdad por descuido, utilizando las típicas frases "creo que quiso decir esto...", "me pareció que con su actitud lo que realmente pensaba era que ..." ; tal vez y con buena intención, opinamos sobre una persona o un acontecimiento sin conocer los hechos. Ser verdadero, exige responsabilidad en lo que decimos, evitando dar rienda suelta a la imaginación o haciendo suposiciones.
Para ser verdadero también se requiere "tacto", esto no significa encubrir la verdad o ser vagos al decir las cosas. Cuando debemos decirle a una persona algo que particularmente puede incomodarla (pensemos en cosas como: su modo de vestir, mejorar su lenguaje, el trato con los demás o la manera de hacer y terminar mejor su trabajo), primeramente debemos ser conscientes que el propósito es "ayudar" o lo que es lo mismo, no hacerlo por disgusto, enojo o porque "nos cae mal"; enseguida encontrar el momento y lugar oportunos, esto último garantiza que la persona nos escuchará y descubrirá nuestra buena intención de ayudarle a mejorar.
En algún momento la verdad requiere valor, nunca se justificará el dejar de decir las cosas para no perder una amistad o el buen concepto que se tiene de nuestra persona. Si por ejemplo, es evidente que un amigo trata mal a su esposa o a sus empleados, tenemos la obligación de decírselo, señalando las faltas en las que incurre y el daño que provoca, no solamente a las personas, sino a la buena convivencia que debe haber.
La persona verdadera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Vernos sorprendidos en la mentira es más vergonzoso.
Al ser verdaderos aseguramos la amistad, somos honestos con los demás y con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la veracidad que hay en nuestra conducta y nuestras palabras. A medida que pasa el tiempo, esta norma se debe convertir en una forma de vida, una manera de ser confiables en todo lugar y circunstancia.
La verdad es otro blasón estigmatizado en esta revolución de opereta y que ha quedado al descubierto por cada uno de los integrantes de la institución armada. Cada vez que alguno de nuestros jefes militares enfrenta los medios de comunicación, para argumentar los desafueros de sus comandados, parecieran creación de Geppeto.
Cada vez que oímos a algunos de nuestros jefes militares enfrentar los medios de comunicación social para tratar de refutar un acto opositor, para mercadear una bondad del gobierno, para argumentar un acto del régimen; simplemente lo percibimos en un crecimiento desmesurado del apéndice nasal. ¡Y a veces esta diciendo la verdad!
Pero es que la mentira ha sido un antivalor cultivado desde las canteras del gobierno, que sus voceros oficiales son percibidos como mentirosos, taimados, hipócritas, patrañeros y chapuceros y cuando se trata de los ilusionistas uniformados, peor aún.
En una sociedad, donde el militar tenía un estereotipo de la verdad, esta ha pasado a ser un comodín en las manos, los ojos, los oídos, la nariz y la lengua de los uniformados. ¡Cuando la lengua se desboca por justificar artificialmente esta revolución de pacotilla, los esfuerzos se reflejan en la nariz! ¡Pudiera decirse matemáticamente a traves de una formula sencillita y sin rebuscamientos, que los esfuerzos por argumentar y descargar verbalmente (la lengua) las bondades de esta revolución chapucera, son directamente proporcionales a la presencia de pestilencias y marismas en el ambiente político (la nariz)! ¡Les crece de una manera desmesurada el remate nasal!
Lo peor es que, habiéndose enaltecido en toda una vida institucional de ser consecuentes con la verdad, ahora los militares deben arrastrarse en las miserias del embuste y la falacia para justificar su concubinato revolucionario.
El valor de la amistad y el profesionalismo, la consecuencia, la autenticidad, el liderazgo, la libertad, la confianza, la lealtad, la paz, la prudencia, la solidaridad, la sinceridad, el respeto, la flexibilidad, el patriotismo, el compromiso, el carácter y el servicio son hitos y mas que hitos son condiciones indispensables y atributos de los aspirantes a ser parte fundamental, para el funcionamiento de la institución militar.
Sin necesidad de establecerlos en una libreta de cuero, en una tabla histórica, un pergamino laureado, bastaba que el militar fuese inducido a convivir activamente en estos valores institucionales para ser parte de la organización castrense. De allí nace la idea, el arquetipo y el paradigma, la abstracción, la emoción gremial que impulsa a agruparse para generar la violencia organizada del estado y planteada de una manera constitucional.
La fuerza de línea con estructura sistemática, la organización militar con definiciones de mandos orgánicos, de liderazgos impecables, con referencias constitucionales y legales en su actuación que es la antitesis de la horda violenta y transgresora, la caterva infractora y delincuente, la pandilla proscrita y fascinerosa, el tumulto provocador e impaciente y el barbarismo armado y sin dirección.
Eso fue lo que le dio noción de cosa establecida a la organización militar a nivel mundial. Desde mucho antes de la historia y cuando el hombre se empezó a agrupar organizadamente para defenderse primitivamente.
Nació, creció, se desarrolló y consolidó la Institución Fuerzas Armadas.
Cuando no sea así, se pasa a la categoría de banda, de montonera confusa, de turba armada sin ningún ideal capaz de generar violencia por generarla.
Recientemente vi una película de los estudios Disney; “La maldición del Perla Negra” con Johnny Deep, Geoffrey Rush, Orlando Bloom y Keira Knightley; es una trama que sigue muy bien la magia del reino encantado de Walt Disney y en ella se hace mención a un código entre los piratas, reglas para cumplir o pautas para tener referencias en la actuación. Estamos hablando de gente acostumbrada a la violencia sin ningún tipo de escrúpulos y sin los frenos morales actuales.
¡Y lo cumplían estrictamente! Era una manera de garantizar la supervivencia de la organización en el tiempo.
La Hermandad de la Costa, una asociación de piratas en la isla de La Tortuga, era una organización militar y política de la época (1640) que reseña muy bien el fallecido escritor Francisco Herrera Luque en la Historia Fabulada (Editorial Pomaire, 1981), y describe la manera como funciona una organización en la que el riesgo es la orden del día y en la que deben tomarse y lo mas importante, cumplirse medidas por parte de sus asociados.
¡También estamos hablando de piratas!
Así funcionaban las Fuerzas Armadas, no solamente las de Venezuela, sino las de cualquier país que se precie de ser serio o de cualquier organización.
Si establecemos un patrón de comparación en el antes y después, colocando como la raya que divide el 2 de febrero de 1999, que es la fecha cuando Hugo Chávez Frías asume la primera magistratura del país y constitucionalmente el cargo de Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, entonces debemos asumir que los valores que eran referencia dentro de la institución militar, pasaron a ser un gran estorbo, una inmensa necedad que obstaculiza los planes de la consolidación de Hugo en el poder político.
¿Cómo salir de ellos? Me imagino que esa sería la gran interrogante para el Maquiavelo tropical. Y la respuesta se la proporcionó el barbiespeso caribeño, quien mas sino Fidel.
Potenciando, promocionando, ascendiendo y reconociendo a todos aquellos integrantes de la institución militar que cultiven los antivalores nacionales (La mentira, la hipocresía, la traición, la felonía, la apostasía, la vileza, la mediocridad, la intriga, la cobardía, el desapego, la deslealtad, la inconsecuencia, el malinchismo, el deshonor, la enemistad, la informalidad, la indiscreción, la aflicción, etc.) que puedan minar paulatinamente los valores de la organización (El valor, la honestidad, la verdad, el honor, el patriotismo, la consecuencia, el servicio, el carácter, el compromiso, la flexibilidad, el liderazgo, el respeto, la autenticidad, la sinceridad, la perseverancia, la solidaridad, la prudencia, la paz, la lealtad, la confianza, la amistad y la libertad entre otros.)
El actual Ministro del Interior y Justicia, el General en Jefe Lucas Rincón Romero, es el blasón de la meta definitiva de un militar profesional. Y es el representante militar de la institución del quintarepublicanismo en esta etapa de la nacionalidad. ¡Es el espejo donde deben verse los militares bolivarianos!... pero además de eso, es el molde de la futura institucionalidad militar bolivariana.
Cuando se mencione la verdad militar bolivariana, surgirá la figura de Lucas; cuando se apele a la honestidad militar revolucionaria, los tres soles del General Rincón iluminarán los foros de la discusión; el momento de poner a prueba la valentía revolucionaria del militar chavista, exigirá que los bríos y atrevimientos del General en Jefe Rincón Romero sean los pasos iniciadores del reto al peligro.
Todo ello haciendo abstracción de la transmutación como Ángel de la Anunciación cuando se le comunicó al país aquel 12 de abril de 2002, la renuncia de Chávez, la cual...aceptó; del famoso incidente administrativo en la Dirección de Administración del Ministerio de la Defensa, aún en vericuetos de la Contraloría General de la Nación, donde se endosaron los cheques a la domestica por un millardo de bolívares y el sueño placentero, rodeado de granadas de mano y guardaespaldas, en la habitación del quinto piso del Ministerio de la Defensa, una vez que Chávez renunció el 12 de abril. ¿Cómo quedó la verdad, la honestidad y el valor?
¿Quién no quiere llegar a la jerarquía de General en Jefe? ¿Quién no quiere ser equilibrado con el General en Jefe Eleazar López Contreras? ¿Con el General en Jefe Simón Bolívar? ¿Con el General en Jefe Rafael Urdaneta? Todos ellos en la sublimación de las más alta jerarquía militar a que puede aspirar un verdadero militar profesional.
Ahora...¿Quiénes en el cultivo de los antivalores, calzan los puntos para también tener la oportunidad de ser promocionados por el régimen, al grado de General en Jefe?
¡Cualquiera de nuestros actuales generales de división y vicealmirantes, tiene los meritos para ser General en Jefe!