miércoles, 24 de septiembre de 2003

!Hasta el 2.021!

Todo hace indicar que nos vamos a calar a Hugo Chávez hasta el 2021. Mientras estemos aceptando ser dirigidos por los mismos perdedores del 6 de diciembre de 1998 (Elecciones Presidenciales), del 15 de julio de 1999 (Consulta para la Constituyente), del 16 de diciembre de 1999 (Aprobación del Si para la Constitución Nacional), del 15 de julio de 2000 (2da. Elección de Hugo Chávez) y del 11 de abril de 2002 (civiles y militares) no hay nada en el horizonte que indique que vamos a salir en el corto plazo de esta pesadilla.
Esta confrontación la gana quien mejor se haya preparado, quien tenga una estrategia clara, quien le haga seguimiento y valoración a la misma; y quien presente resultados concretos en el corto plazo para sus seguidores; pero mas importante que todo lo anterior, es que esa estrategia se ejecute. No importa que sea errada, pero que exista y se ejecute.
Hasta el momento quien esta presentando una planificación de filigrana, con metas, objetivos, tareas, líneas y acciones estratégicas – me imagino a juzgar por los resultados – es Hugo Chávez. Hay que ser honestos y reconocerlo. ¡Por cierto la oposición ha sido tan torpe que el mismo Chávez ha telegrafiado cada uno de sus pasos y le ahorrado a esta y a sus asesores militares, lo que en el ciclo de la inteligencia se conoce como la orientación del esfuerzo de búsqueda de la información, la búsqueda de la misma y hasta el procesamiento.
Les ha entregado en bandeja de plata información privilegiada en algunos casos y en la gran mayoría, inteligencia ya lista para difundir.
La Agenda Política de la semana, la dicta Hugo Chávez en su programa dominical “Alo Presidente”, al cuál todos complacientemente, le hacemos comparsa con el chusco argumento de que al enemigo hay que conocerlo hasta el detalle y por eso hay que sintonizarlo. Y es un razonamiento ridículo, porque esa misma información que reciben agradados, cómodamente apoltronados con un güiski del bueno en la mano, el lunes no es considerada como debe ser, en la reunión de coordinación de arranque de semana.
Con todo y eso, nuestros amigos de la Coordinadora Democrática (CD) han sido incapaces de articular un plan, definir una planificación y como producto de esto ejecutar alguna.
Y eso que cuentan dentro de sus filas un Estado Mayor (EM) de primera fila desde el punto de vista jerárquico. Un ex – Ministro de la Defensa, un ex – Comandante General del Ejército, un ex – ministro de finanzas y ex – jefe de planificación del Ministerio de la Defensa, dos ex – jefes del Cufan y toda esa suerte de inteligencia y potencial represado en el Frente Institucional Militar (FIM) y en la Alianza Militar por Venezuela (AMV), una vez que el régimen les de la orden de partida, al registrarle y notariarle los estatutos; todo ello adobado con juristas, ex – ministros, empresarios, y un largo etcétera de perdedores.
Uno de los grandes problemas que se ha derivado de esta coyuntura política es la subestimación que han hecho políticos, empresarios, comunicadores, historiadores, y militares – principalmente - de Hugo Chávez. Pero principalmente los políticos alentados por los jefes militares de alta graduación. La subestimación la hacen por la circunstancia de ser Hugo Chávez un militar de grado intermedio – los generales y almirantes no aceptan una luz de menor intensidad por encima de sus soles - un tipo medianamente instruido, mulato pelo chicharrón, bembe´trueno y guachamarón, ordinario en sus modos y conversaciones, y quien arrastra la derrota militar del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Hay todo un expediente en esto de la subestimación.
Lo minimizo el entonces Ministro de la Defensa el General de División (Ej.) Italo del Valle Alliegro, cuando recibió la información de la conspiración que se estaba gestando en el Ejército, en torno a Hugo Chávez. La reacción del ministro en esa oportunidad fue la expresión: “ ¿Quién va a seguir en el Ejército una conspiración al mando ese trompudo?” Eso le dio tiempo a Hugo Chávez para seguir en la conjura y terminar de articular la rebelión.
No le paró su Comandante de División, el General de División Arnoldo Rodríguez Ochoa, cuando lo recibió en San Juan de los Morros directo desde la Academia Militar con informes incluidos por conspirar dentro del Alma Mater del Ejército. Al contrario, tiempo después lo hizo su ayudante personal en el Palacio Blanco.
Lo subestimó el Presidente de la Republica en el año 90, el Señor Carlos Andrés Pérez, cuando recibió de manos de su Ministro de Relaciones Interiores, el Doctor Alejandro Izaguirre un grueso informe elaborado por la Dirección de Inteligencia del Ejercito, con pelos y señales de la conspiración armada en la Academia Militar de Venezuela, durante años anteriores. Eso le dio la oportunidad a Hugo Chávez de hacer los preparativos finales para su rebelión del 92.
No le dio la importancia debida, el entonces Ministro de la Defensa del año 1991, el General de División Fernando Ochoa Antich, en diciembre, cuando, a pesar de todas las referencias de inteligencia; le asignó un cargo de Comandante de una unidad de paracaidistas en compañía de sus compañeros de conjura. En esto hizo yunta con el General de División (Ej.) Pedro Remigio Rangel Rojas, entonces Comandante General del Ejército. Eso le dio la oportunidad a la planificación, para que las unidades se movieran del Área de Reunión (AR) hasta la Posición de Ataque (PA). No lo tomó en cuenta, su Comandante de Unidad Superior (US), el entonces General de Brigada (Ej.) Carlos Adolfo Moreno Guarache, al asignarle toda la confianza del mundo, con todo el historial conspirativo que estaba arrastrando. Tampoco su Comandante de Gran Unidad de Combate (GUC) el General de División (Ej.) Néstor Rafael Lara Estraño al permitirle discrecionalmente su actuación. Eso le permitió a Hugo Chávez mover sus unidades desde la Posición de Ataque (PA) hasta la Línea de Partida (LP).
Después de los sucesos del 4 de febrero de 1992, vuelve a subestimarlo el General Ochoa Antich y le permite ¿inocentemente? dirigirse al país, a pesar de la orden expresa recibida del Presidente de la Republica, y lo mercadea comunicacionalmente ante la nación y el mundo entero, a través del famoso “por ahora”.
El largo historial conspirativo arrastrado hasta el año 1994, cuando aún estaba recluido en la Cárcel de Yare en el estado Miranda, fue obviado también por el Doctor Rafael Caldera, bajo la promesa de Hugo Chávez de portarse bien. Recibió la medida de gracia del indulto y lo mandó para la calle. Pero también lo trataron de ningunear, creyendo que lo iban a manipular, el General de División (Ej.) Raúl Alejandro Salazar Rodríguez, su primer Ministro de la Defensa y terminó en el exilio de la Puerta del Sol, catando los tintos de La Rioja. En eso trataron de embarcarse los generales Noel Enrique Martínez Ochoa e Ismael Eliécer Hurtado Soucre y corrieron igual o peor suerte que Salazar.
La historia de los políticos que trataron de utilizar a Hugo Chávez, esta nutrida de notas de igual o mayor tenor. Solo basta hacer el inventario de quienes están en este momento en la acera de la oposición y desde donde arrancaron cuando se afincó el Proceso Revolucionario del régimen nc²m²t (Narco-comunistacastrista-marxista-maoísta-terrorista).
Con raras excepciones – adecos y copeyanos – la oposición esta engordada de ingenuas y castas palomitas currucucú que se embarcaron desde la primera parada, con el
proyecto chavista, pensando que podían manipular a Hugo Chávez. ¡A propósito, eso incluye a la gran mayoría de los jefes militares que están en disidencia!
Cuando Hugo Chávez decide presentarse como candidato presidencial en las elecciones del 6 de
diciembre de 1998, los políticos de la cuarta republica tomaron esta candidatura con desdén y con un olimpismo pedestre, que los obligó – exactamente cuando tenían las aguas en el cuello – a bajarse de las cabalgaduras de sus candidaturas una semana antes, con la esperanza de derrotar la formula del bolivarianismo. ¡Ya era tarde!
A estas alturas del juego, luego de transcurridos casi los cinco años de su elección; aún tenemos
compatriotas venezolanos, ubicados en la orilla de la oposición; que piensan sacar a un frustrado del golpismo, de la presidencia por los modos y maneras democráticas, cuando este ha fanfarroneado con tanques, aviones, fusiles y morteros y amenazado con una reserva militar de doscientos cincuenta mil hombres, para defender la revolución.
Además de eso Hugo Chávez ha postrado literal y absolutamente todas las instituciones y a las que no, simplemente las ha dividido. Entonces, ante ese escenario pesimista y de frustración... ¿Qué hacer?
1. ¿Nos vamos del país?
2. ¿Seguimos trabajando por el referendo revocatorio (RR)?
3. ¿Nos quedamos peleando?
4. ¿Nos mantenemos indiferentes?
Las alternativas 1 y 4 de antemano quedan descartadas para los venezolanos que sentimos que amamos este país y que queremos dejar una nación en paz y encaminada por derroteros de progreso, a nuestros hijos. ¿Seguimos encaramados en la ilusión de un referendo revocatorio que va a tener todos los obstáculos para su realización? Para muestra varios botones, bástese leer la prensa, hacer evaluación de las noticias y hacerse cada quien las conclusiones personales, sin la contaminación de los medios de comunicación.
Si usted determina que habrá un referendo revocatorio (RR), probablemente usted pase a la categoría de niño de pecho; pero si además de eso usted concluye que ese referendo revocatorio lo va a ganar la oposición; usted entró en la categoría de quienes discuten el sexo de los Ángeles, quienes piensan aún que San Nicolás existe y probablemente, cuando usted muera lo enterrarán en urna blanca y le cantarán en el velorio.
¡Entonces no queda más alternativa que pelear!
Yo sentí pena ajena, por el Diputado a la Asamblea Nacional por el partido COPEI, Cesar Pérez Vivas durante las escenas de televisión en la maratónica sesión para aprobar la Ley del Tribunal Supremo de Justicia, donde la Diputada del MVR Iris Varela lo estrujó, lo apurruñó, le arañó la cara, le dio un golpe bajo, lo pellizcó, le metió el dedo en el ojo, le dio un golpe en la espinilla y demás etcéteras. Pero más pena sentí cuando este detalló ante todos los medios de comunicación nacionales e internacionales que la citada diputada lo tenía a monte donde lo veía, lo encontraba o lo refería.
Que si lo pellizcaba, lo golpeaba, le sacaba la lengua, le torcía los ojos. En fin una reseña de párvulos decualquier escuelita, donde el mas grandote del aula, sacaba la tarea con el mas esmirriado y flacuchento. Solo que en esta ocasión el tarajallo y farolón es la Doña Iris Varela y el macilento y frágil es el Señorito Cesar Pérez Vivas.
Pues bien, eso que ocurrió en la Asamblea Nacional, es un retrato al carbón de lo que esta ocurriendo en el país. Un retrechero y faramallero grandulón que seguirá sacando su campañota hasta que los arrestos y losbríos de la gran mayoría de los venezolanos, tomemos la decisión de ponerle un ojo morado.
Por cierto, todos coincidimos en que la Asamblea Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela es la Gran Diputada de la Republica, en consecuencia todos los diputados son hijos de la Gran Diputada. Mientras todos sus integrantes se comporten como tales, merecerán el respeto y la consideración de los venezolanos, independientemente de que los adversen. Son funcionarios de las más altas jerarquías.
La actuación de Doña Iris Varela (Lo de Doña es por la referencia a la novela de Rómulo Gallegos) en el reciente lance y otros donde deja mucho que desear, que retratan de cuerpo entero al proyecto revolucionario chavista, confirma que la Doña es una verdadera hija de la gran di...puta...da.
En todo caso y sobre la base de que la única alternativa valida para salir de un régimen que se
deslegitimó de origen y de ejercicio es la confrontación, hacia esa vía debemos dirigir nuestros esfuerzos.
Sin olvidar todos los adversarios de Hugo Chávez, que este es actualmente Presidente de la Republica, que arribó democráticamente como producto de unas elecciones ganadas con un alto porcentaje; algo que muchos de los generales y almirantes lanzados a la política, no pudieron alcanzar en los cuarenta oprobiosos años de la democracia cuartarrepublicana, ni los Amos del Valle altamente instruidos en universidades europeas y norteamericanas; ni muchos de los políticos profesionales que aun resuellan por la herida. Porque si de algo va a quedar de esta desagradable experiencia de gobierno, es que no vamos a regresar a las marismas de las
épocas pasadas una vez que solucionemos el problema “Chávez”.
Es Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, tuvo legitimidad de origen, perdió la legitimidad de ejercicio y todos los venezolanos estamos obligados a restituir el imperio de la Constitución Nacional y las leyes; en fin el estado de derecho.
A riesgo de que los adversarios Light del chavismo concluyan – una vez leída esta crónica – que estoy tendiendo puentes hacia la otra orilla, estoy abordando algunas verdades que dolerán a algunos de los muchos compañeros de jornada, de camino y de objetivos; aunque tengamos distintas ópticas en la manera de solucionar el “problema”.
A propósito, mi lugar de combate sigue y seguirá siendo en la trinchera que signifique el enfrentamiento a la barbarie identificada con Hugo Chávez, con el chavismo y con todas las pústulas que se generarán cuando salgamos del problema.
Pero para salir del problema hay que conocer al enemigo, sus modos, sus rutinas, sus debilidades y sus ventajas.
Hugo Chávez se levanta entre 4 y 5 de la madrugada todos los días. A partir de ese momento se engrana en una maquinaria que funciona las 24 horas del día. Este artefacto se ha terminado de pulir desde el arribo de Hugo Chávez al poder y cuenta para ello con todos los poderes del estado, con la gran mayoría de las instituciones, con el dinero del petróleo, con la campaña
publicitaria desarrollada alrededor del mundo; y para hacer mas fácil el mandado con un grupo de calamidades como lideres de la oposición, que han querido mercadear las derrotas por triunfos, las palizas por conquistas, las desorientaciones por faros iluminados, las incompetencias por virtudes, las ineptitudes por valores y la ignorancia por la luz.
Cuando Chávez se acuesta entre las 1 y las 2 de la madrugada del otro día; los engranajes de la
maquinaria de permanencia en el poder (Llámese MVR, Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Poder Moral, Fuerza Armada Nacional, Gobierno Nacional, Gobernadores afectos, militancia, embajadores afectos, etc.) han cumplido y siguen cumpliendo parte de las tareas asignadas. Si a eso agregamos la compra de conciencias, las becas, los carguitos, los aviones, la disposición de satélites, de toda la parafernalia comunicacional de los medios del estado y las insoportables “cadenas”, con las que nos bombardea intermitentemente el gobierno nacional, pudiéramos decir que la revolución si esta avanzando a paso de vencedores, en la pauta que tiene definida.
Cuando eso ocurre, cada uno ya ha cumplido su parte del libreto. Para ellos el tiempo de los amagos es pasado; ya paso la hora de los ensayos. Se trata de entrarle de frente a la lectura y la ejecución de sus pautas, mientras el gran director Hugo Chávez, hace los retoques y dicta la norma de cómo va a hacerse, en el próximo Alo Presidente.
Mientras tanto... ¿que pasa en la oposición en general? Nada. ¡Si, así como lo leen! ¡Nada, simplementenada!
La Coordinadora Democrática (CD), ni coordina ni es democrática. Los integrantes del Bloque
Democrático (BD) no pasan de ser un grupo de renegados folclóricos sin arte ni concierto en este festival de ineptitudes políticas y nulidades estratégicas, que llama eventualmente a la aplicación del articulo 333 y 350 de la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, por la vía de un pronunciamiento cívicomilitar; pero son incapaces de integrar los esfuerzos, de aportar sudores y dejando la responsabilidad principal a los militares.
Los altos jefes militares de la Plaza Altamira ya pasaron a ser una especie en extinción y piezas del museo de la incompetencia; y algunos únicamente suspiran quiméricamente por las glorias huidas de firmar autógrafos en banderas tricolores y senos turgentes de vestales encandiladas; sin atreverse a tomar iniciativas operacionales de naturaleza militar, que los pongan a correr los riesgos de la libertad y la vida, tal cual como lo establece el juramento de promesa de fidelidad a la Bandera Nacional.
El resto de los militares en disidencia sin ninguna filiación grupal, simplemente recurren a la posibilidad de que un grupo de oficiales de grados intermedios asuman una iniciativa que pueda originar, por un efecto cascada, una insurrección general y en la cuál el cazagüirismo civil y militar pueda imponerse abusivamente, por encima de protagonismos legítimos.
Todo este panorama discurre, mientras la grey espera paciente por un líder, alguien que oriente y que de luces en la solución al problema Chávez.
¡Hasta el 2021!

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