miércoles, 15 de junio de 2005

El centinela

(Himno Nacional de fondo)

AUTOR: El Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, dueño y señor de Venezuela, desde el 2 de febrero de 1999 hasta nuestros actuales días, había quedado traumatizado hasta niveles patológicos, después de los hechos del 11 de abril de 2002. Teniendo a “El Príncipe” de Maquiavelo como libro de cabecera y siendo un gran cultor de Catalina de Médicis, aplicaba a cabalidad, el axioma de la florentina: “Dividir para reinar”.

(Ruido de grillos. “Diana Carabobo” de fondo)
Chávez: Ministro ( al De la defensa que esta al teléfono), vamos a nombrar como Jefe del Estado Mayor de la Tercera División de Infantería al General de Brigada Felix Antonio Velasquez.
Ministro: (Carraspeando) Disculpe señor Presidente, pero yo no se si usted esta enterado que entre el General Velasquez y el General Acosta Pérez, existe una enemistad profunda.
Chávez: (Sentencioso) Por eso mismo Garnica, así se vigilaran el uno al otro y nunca se pondrán de acuerdo. ¡Como se ve que no estas en la jugada!

NARRADOR: E indefectiblemente, así designaba a los Comandantes de Batallón. Todos estos formaban parte de sus protegidos y se reportaban directamente, obviando la natural línea de mando, al Comandante en Jefe y dejando como unos auténticos mangas miadas a los generales comandantes de brigada y de divisiones; y al propio Comandante General del Ejercito.

(Toque de señal de unidad. Timbre de telefono que suena y telefono que se levanta))Comandante de Batallón: (Al teléfono) Buenos días, Mi Comandante en Jefe (Canto de un gallo a lo lejos), le informo que su Batallón esta sin novedad.

Chávez: (Cordial) Buenos días Medina Calles, ¿cómo están las cosas en Carora? ¿Y la comadre? ¡Mandamele la bendición para el ahijado! ¡Oye...el queso de cabra que me enviaste estaba bien bueno! ¡Ponte mosca con tu general Pantoja en Barquisimeto, cualquier cosa me lo pones preso por orden mia y lo mismo al de la Guardia Nacional! (Toque de atención de fondo)

(Toque de Oracion en primer plano y luego de fondo)

NARRADOR: De esa manera se relacionaba el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional con sus colaboradores de la revolución bolivariana dentro de las filas de la Fuerza Armada Nacional y especialmente en aquellos cargos que incluían el comando de las tropas, quienes habian sido objeto de una escrupulosa selección, desde sus dias en la Academia Militar de Venezuela. Nunca como ahora la letra del toque de Oracion que recordaba el juramento de promesa de fidelidad a la Bandera Nacional de “Prometeis a Dios y a la Republica, defender la Patria y sus instituciones hasta perder la vida, y no abandonar jamas a vuestros superiores” tomaba tanta vigencia. Chavez era la institución del Presidente de la Republica, la institución del Comandante en Jefe y era el Supremo de la Nacion. El superlativo militar y civil.

NARRADOR: Por seguridad dormía una noche en la cuadra de la tropa, otra en un apartamento convenientemente coordinado, la otra agarraba una motocicleta y se perdía por los laberintos de Caracas, al encuentro de la damisela que ya le había coordinado previamente el Mayor Jesús Suárez Chourio; quien hacia las veces de su Jefe de Seguridad y su Ministro de Alcoba.

(Toque de una puerta y ruido de bisagras)
Mayor Suárez: (Adulón y socarrón) Señor Presidente, Buenos dias. Acuérdese que la señorita que seleccioné lo va a esperar después de las siete de la noche en el apartamento. ¡Ya usted sabe quien es! Ya organizamos las dos caravanas y la motocicleta. El carro especial sale conmigo y ya ella estara instalada después de las cinco. Todo esta coordinado. ¡Por cierto (muy adulon y mas socarron) ya le vi una como las que a usted le gustan!
Chávez: (Grave) Tranquilo negro. Eso va a ser más fácil que echarle un tiro al suelo. ¡Ese boche no lo voy a pelar! ¡Llámame a Rodríguez Torres! (Confidente) ¡De la otra chencha vamos a hablar después!
Mayor Suárez: Señor Presidente en la línea esta la llamada para el General Quintero Viloria.
Chávez: (Serio e imponente) Quintero, quiero para la próxima semana que el alistamiento de la Reserva Nacional sea un hecho. (Levantando la voz) No debe haber novedad en la orden.

NARRADOR: A unos les imponía la distancia del cargo y del grado; y a los otros les tendía un manto de confianza que generaba el natural recelo y la envidia entre superiores y subalternos. Era un hecho que Chávez privilegiaba en el trato a los oficiales formados por el, durante su paso por la Academia Militar de Venezuela, como oficial de planta. En cambio generales y almirantes, corrían delante del Comandante en Jefe presurosos y nerviosos para evitar un llamado de atención, una amonestación verbal o simplemente pasar sin cargo a su domicilio, por haber entrado en desconfianza.

NARRADOR: A media mañana, Chavez aborda un automóvil discretamente con placas normales. (Pasos. Cierre de dos portezuelas)
Mayor Suarez: ¿Hacia donde nos dirigimos, Señor Presidente?
Chavez: ¡Hacia Fuerte Tiuna!
Mayor Suarez: (Energico) Entendido señor Presidente.(Ruido de carros y cornetas. Carro que se desliza)
Chavez: Bonita que esta la mañana. ¿No te parece Negro?
Mayor Suarez: ¡Asi es señor Presidente!
Chavez: ¡Mira como estan abandonados los cultivos hidroponicos en la avenida! Acuerdame mañana de llamar al General Acosta Perez para que le mande a echar un poco de cagajon a las matas. Estoy viendo que los estantes para el megamercado de mañana estan retrasados. ¡Llamame a al General en Jefe Garcia Carneiro!
Mayor Suarez: ¡Entendido Mi Comandante en Jefe!
Chavez: (Imperativo) ¡Parate aquí negro!
Mayor Suarez: ¡Entendido Mi Comandante en Jefe! Pero...¿No ibamos para Fuerte Tiuna?
Chavez: (Jodedor) Pero bueno negro, ¿Todavía no has aprendido que no hay que decir para donde se va? ¡Asi no se cae en los peines!

NARRADOR. Luego de rondar de incognita por los alrededores del desorden del megamercado, acompañado siempre del fiel Mayor Suarez Chourio, Chavez regresa al vehículo. (Portazo)
Mayor Suarez : ¡El Ministro de la Defensa nuevamente al telefono!
Chavez: ¡(Cordial) Gracias negro! (Severo) ¡General Garcia Carneiro! Las matas del Paseo Vargas son una perfecta cagada. Hay una perrera gozando una bola y un vivac de indigentes en el sector de la siembra. Solucioname ese peo de la manera mas discreta posible. Coordina con el Alcalde. Dimele al General Acosta Perez que me le mande a echar cagajon a las matas. ¡Por acá cargo el expediente del Coronel Gavidia Bastardo¡ (Cuelga el telefono. Ahora se dirige al Mayor Suarez) Dime una cosa negro...¿Tu crees que Gavidia servira para general? Garnica me lo esta metiendo por los ojos.
Mayor Suarez: (Enfatico) ¡Gavidia es escualido Mi Comandante en Jefe!
Chavez: (Levemente severo) Ahora si negro, dale para La Casona.

NARRADOR: Chavez manejaba la Fuerza Armada Nacional con el criterio de quien habiendo sido parte ella, recelaba de una institución que aun se aferraba inútilmente a sus valores y principios para no zozobrar definitivamente. Pero ademas, Chavez albergaba un profundo resentimiento por la escasa solidaridad de su organización de origen, durante el golpe de estado del 4 de febrero de 1992, especialmente quienes eran generales y almirantes y le dieron la espalda en aquella ocasion. Les daba duro en las decisiones como Comandante en Jefe y a sus generales y almirantes los humillaba despóticamente, publica y privadamente. Era clasica su postura uniformado como Teniente Coronel del Ejercito; mientras generales y almirantes se comian sus higados por pararseles firmes a un subalterno en el grado. Por eso Chavez los barria delante de otros subalternos, especialmente quienes habian participado en la asonada febrerista y habian compartido la carcel con él, por esos sucesos.

Un general: (Bravo) ¡Que bolas tiene Chavez! ¡Ahora resulta que un teniente o un capitan tienen mas poder que un general! ¿Y entonces? ¿De que me sirve tener sobre los hombros al Sol de Carabobo? ¿Es que yo me saque estos soles en una caja de Ace? ¿Ah Teniente? ¡Cuidado con una vaina y me pones la piedra con tu Comandante en Jefe!
Ayudante: (Formal) ¡Los honores, mi general! (Toque de Asalto)

NARRADOR: Los generales y almirantes de la Fuerza Armada Nacional mantenian con Chavez una relacion basada en el temor. Todos temian a la espada de Damocles de quedar en un limbo organizacional en cualquier momento. El momento menos esperado se presentaba un sustituto a ocupar su cargo y eso significaba largos meses en la casa, esperando un cargo y la suspensión de la jugosa prima por lealtad revolucionaria que venia directamente de las nominas de PDVSA. Una delacion por algun organismo de seguridad, una infidencia de algun agente de inteligencia, un rumor de los compatriotas del MVR, alguna queja de un compatriota dignificado que no fue atendido oportunamente en las ayudas economicas, un chisme convenientemente deslizado en el despacho presidencial por algun subalterno; eran motivos suficientes para que un general o almirante, jefe de una guarnicion militar o alguna unidad operativa, fuese defenestrado y entrara en desgracia. Asi funcionaba el merito, el escalafon y la plaza vacante para ascender. Merito revolucionario, escalafon lisonjero y plaza vacante bolivariana.

Ayudante: (Formal) ¡Los honores, mi general! (Toque de Alto al fuego)

NARRADOR: La Fuerza Armada Nacional es una de las instituciones mas antiguas del mundo. Incluso, tanto como la Iglesia. Como tal se nutre de valores, de principios, de normas. Todos ellos se convierten en símbolos. Uno de los símbolos mas emblematicos de la Fuerza Armada Nacional es la jerarquia. La jerarquia es la base del funcionamiento vertical de la organización y de donde se nutren la disciplina, la obediencia y la subordinación.
(Ruido de vehículos que se detienen. Puertas que se abren y se cierran. Toque de Ataque)
Oficial: (Grave) Mi General en Jefe, le informo que no hay novedad en el Ministerio de la Defensa.
Ministro de la Defensa: (Grave) Muchas gracias Coronel. (Dirigiendose al Ayudante) A media mañana me recuerdas llamar al Comandante de la Tercera Division de Infantería para que le ponga cagajon a los cultivos hidroponicos del Paseo Vargas. Pero antes, que vengan a hablar conmigo los portugueses de la charcuteria y los quesos del Megamercado.

NARRADOR: El Ministro de la Defensa, cuando es un oficial en situación de actividad, es la autoridad militar mas alta dentro del Ministerio de la Defensa. De el dependen el Inspector General de la Fuerza Armada Nacional, el Jefe del Estado Mayor Conjunto, los Comandantes de Componente y el Jefe del Comando Unificado Numero uno de la Fuerza Armada Nacional. De todos estos, el cargo mas importante, porque significa el manejo mas importante del recurso humano en la organización militar, es el Comandante General de Componente.
(Ruido de vehículos que se detienen. Puertas que se abren y se cierran. Toque de Llamada de Oficiales)

Oficial: (Grave) Mi General de Division, le informo que no hay novedad en el Comando General del Ejercito.
General: (Mas grave aún) Muchas gracias Coronel. ¿Estan quemando el incienso y el sandalo en mi oficina? ¿Le prendieron la vela a Santa Barbara y a la Virgen del Carmen? Este humilde soldado de Infantería de paracaidistas va a tomarse unos minutos para reflexionar y oir unos cantos gregorianos para iniciar el dia.

NARRADOR: Esa era la rutina de la Fuerza Armada Nacional en el proceso revolucionario de Hugo Chavez Frias. (Toque de Silencio al fondo). El centinela mas importante de la Nacion y la Constitución Nacional se debatia agonico entre los caprichos de un Satrapa que la manejaba a su antojo y que hacia esfuerzos dia a dia para destruirla en sus emblemas que la constituian como institución fundamental del estado venezolano. La jerarquia era ya un guiñapo en las manos de Hugo Chavez y en los hombros de sus generales y almirantes, los valores yacian en un rincón junto con sacos de yute plenos de estiércol para fertilizar los cultivos hidroponicos del Paseo Vargas, los principios boqueaban entre humos fragantes de sandalo, incienso, mandarina, limon y otros efluvios y emanaciones orientalistas, conveniente y oportunamente musicalizados con Cantos Gregorianos y Vivaldi. La obediencia, la disciplina y la subordinación eran un trípode para sostener la forrada prima que procedia de las arcas de PDVSA, para garantizar la lealtad al proyecto politico revolucionario del Comandante en Jefe. Mientras tanto el Centinela Presidencial cumplia con su mision de salvaguardar la integridad del Primer Magistrado Nacional y preservar la institución de la figura del Presidente de la Republica, a traves de las muchachotas que seleccionaba convenientemente el edecán de aposento.

Chavez: (Campechano) ¡Ahora si negro, dale para el apartamento de la chencha, que a esa si le voy a dar lo suyo a discreción!
Mayor Suarez: (Serio) Hablando de discreción, acuerdese Presidente de pedirle a esa muchachita discreción, no vaya a ser que Mi General se ponga bravo si se entera, como el otro, con lo de la esposa.
Chavez: (Mas campechano aun) Mira negro, con ese cargo que tiene el gordo y con los reales que le caen, ese no va a estar pendiente de ninguna muchacha. El otro general lo que pasa es que no recibio el cargo que esperaba, sino se hubiera quedado callado; ese es un rolo e´pendejo. ¡Dale choleao vale!
(Himno Nacional de fondo)
NARRADOR: Asi lidiaba la Republica Bolivariana de Venezuela con sus asuntos de gobierno y de estado; por un lado el Presidente de la Republica trasladaba hasta los predios de la bragueta todo genero de decisiones y los asuntos del alto gobierno; y por otro, sus generales y almirantes asignaban prioridad a abonar con cagajon los cultivos hidroponicos y elevaban a niveles de alcahuetería su comportamiento institucional, incompatible con el Sol de Carabobo que llevaban sobre los hombros y que extendian hasta los confines de la tercería del Primer Centinela del Primer Magistrado.
(Redoble de tambores y toque de atención)

FIN

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