domingo, 27 de enero de 2008

LOS TEMPLARIOS



“♫ Ese bolero es mío ♫
♪ Desde el comienzo al final ♫
♫ Que importa quien lo haya hecho ♪
♫ Es mi historia y es real ♪”

Bolero de Mario de Jesús interpretado por Javier Solís.-

Creo que es inevitable el encontronazo militar con Colombia, tal cuál como van escalando los asuntos políticos, económicos, diplomáticos, sociales y militares con nuestro vecino y hermano país. Tan lamentable es, que una paz que ha sido una estructura producto de la cultura de intercambio entre ambos países, se desmorone menos por la paranoia de un Comandante en Jefe desequilibrado y dislocado por su sociopatía y la basura que ha anidado en su cerebro; que por la postración lacayuna de los generales y almirantes que le hacen comparsa en el alto mando militar de la coyuntura.
En el año 1.980 presencie una respuesta de las Fuerzas Armadas Nacionales en el Teatro de la Academia Militar de Venezuela, ante la exposición que hacía el Canciller de la época, el Doctor José Alberto Zambrano Velasco a todos los profesionales militares de la Guarnición Militar del Distrito Federal y el estado Miranda, sobre la famosa Hipótesis de Caraballeda. Las atinadas y abiertas intervenciones de un grupo calificado de profesionales militares sobre el particular, abortaron la posibilidad de que el gobierno presidido por el Doctor Luís Herrera Campins sellara un acuerdo que violaba la soberanía nacional. En ese momento, la institución armada emitió una opinión a su Comandante en Jefe y dejó sentada una posición sobre la que el cuerpo castrense es de una singular sensibilidad. Sin que ello fuese una manifestación de indisciplina, mas allá de los rumores, los murmullos y los aplausos de aprobación a las intervenciones de los oficiales; el oído[1] que ordenó el General de División Ministro de la Defensa para cortar en seco la solidaridad institucional, lo que hizo fue incentivar el interés por el tema y acrecentar las opiniones aguas adentro de los cuarteles. A partir de allí, la Hipótesis de Caraballeda fue a ocupar un lugar bien recóndito en los archivos de silencio de la cancillería
Pero mas allá de eso, lo importante de ese evento es la manera como los asuntos atinentes a los intereses supremos de la nación eran abordados por la dirigencia política y militar de aquella oportunidad. Se exponían tratando de oír las posturas de todos los sectores más importantes del país, para que el Comandante en Jefe, con un consenso nacional, tomara decisiones abrazadas con el más absoluto apoyo de toda la nación.
Dicho esto, y analizadas todas las expresiones y actuaciones de los voceros autorizados del Ministerio del Poder Popular para la Defensa de la Revolución Bolivariana, que interesante sería tener acceso a las interioridades de las opiniones de los integrantes del Alto Mando Militar en relación a las decisiones trascendentales que afectan los mas altos intereses de la nación y que tienen una abierta incidencia en los asuntos de la soberanía nacional y en la vida institucional de la republica.
No pueden apelar, todos los jefes militares que han tenido responsabilidad de decisiones en la agónica revolución bolivariana, desde el General de División Raúl Alejandro Salazar Rodríguez hasta el actual General en Jefe Gustavo Reyes Rangel Briceño; a la obediencia debida para haber facilitado la destrucción sistemática de la Fuerza Armada Nacional y el piso institucional que la soportaba; y lo mas grave aún, haber permitido una gran fractura en la unidad nacional.
En este momento, en que el delirio bolivariano del Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional pone en peligro la soberanía e integridad territorial de la nación y la paz de la sub región; se impone que la institución armada se pronuncie contra el mesianismo de Hugo Chávez y el absurdo de interrumpir el hilo de la paz, por la desviación onírica de impulsar un proyecto político decimonónico.
El proyecto político de Hugo Chávez va en contravia de todo norma del derecho internacional y de las convenciones políticas que imponen una actuación en el orden ético, al que las referencias en el orden personal y político del prócer del Museo Histórico Militar le resbalan, en abierta analogía con las mas abyectas dictaduras del genero Idi Amin Dadá en Uganda o Jean-Bedel Bokhassa en el efímero imperio centroafricano.
La vía electoral más próxima para terminar de enterrar toda pretensión continuista de la revolución bolivariana, lo será en el próximo mes de octubre de 2.008. Hugo Chávez está consciente de ello y en modo alguno va a correr el riesgo de ser zarandeado con una nueva victoria pirrica de mierda, dado el actual estado de debilidad del régimen.
Tal cuál como van escalándose los acontecimientos con nuestro hermano país, el Sátrapa de Sabaneta va a apelar al argumento de la unidad nacional, para tratar de controlar el avión revolucionario que ha entrado en una barrena. El expediente de Leopoldo Fortunato Galtieri y la Guerra de Las Malvinas es una buena referencia para tratar de nuclear la popularidad escapada; pero también para amarrar la solidaridad internacional, que entró en desbandada después del ratón de la trona por la pasta de coca en el Discurso Anual de la Asamblea Nacional y la solicitud de reconocimiento político y el status de beligerancia a sus compinches de las FARC-EP.
La pelota queda ahora en el terreno de la sociedad civil y la Fuerza Armada Nacional. Poco puede hacer la sociedad civil desde el momento en que el Comandante en Jefe decrete la Movilización Nacional para dar cumplimiento a los planes operativos de la hipótesis de conflicto con Colombia, porque sería el argumento oportuno para sacar a la Fuerza Armada Nacional a la calle, especialmente a la Guardia Nacional, en el cumplimiento de las tareas de preservar el orden interno. En tal sentido, que los compañeros en este viaje hacia la sinrazón y el desafuero institucional, lo son el Comandante en Jefe y los miembros del Alto Mando Militar; acompañados con algunos radicales y obcecados que empujan desde sus niveles, directo hacia el abismo de la derrota.
Con el expediente surrealista de la rueda de prensa del Alto Mando Militar, precedida de la declaración del rollizo ministro que jugó posición adelantada antes del 2 de diciembre de 2.007 cuando declaró que “la reforma era una orden”, con las adulantes vallas del “Por ahora” que se estrujan en la dignidad de la institucionalidad militar en la Escuela Superior del Ejercito; con la activación de la artillería popular que hace honor al apellido Jalón en la Escuela de Artillería del Ejercito, con los letreros revolucionarios del “Patria, Socialismo o Muerte; venceremos” que alardean de sumisión y genuflexión en muchas instalaciones militares; con el saludo revolucionario de bienvenida en las centrales telefónicas de las unidades militares; todo hace presumir que este torneo de jalamecatismo uniformado, de adulancia perruna y servil en uniforme de campaña, digna de un nuevo capitulo de lamesuelismo para el libro de Edecio La Riva Araujo “El elogio de la adulancia” nos arrastrará hasta la hecatombe de la guerra con Colombia, con los resultados que todo el mundo teme.
Una institución que se ha postrado mansamente ante los dictados de los desvaríos coqueros de su comandante en jefe, solo justifica su actuación cuando los generales y almirantes dedican mas tiempo a jalar las bolas de su amo, que a pulir la doctrina, el equipamiento y la organización, a estimular el liderazgo organizacional y situacional, a supervisar el apresto operacional, a hacer apreciaciones de la situación y a prepararse para cumplir con su misión constitucional.
Mientras el Sol de Carabobo continúe sellándose rutinariamente en el escroto del Comandante en Jefe, por la rutinaria y habitual competencia de templada de mochilas que hacen nuestros jefes militares, el término coloquial con que el común de los venezolanos ha empezado a identificar jocosamente a los generales y almirantes revolucionarios de ser Los Templarios, los perseguirá hasta que la ignominia y el descrédito los termine de empujar en yunta con su jefe, por el albañal de la historia.
¡Iremos a la guerra, mientras Los Templarios continúen halando y guindándose!




[1] Expresión militar de un oficial más antiguo para ordenar a sus subalternos que adopten la posición de firmes.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Mi estimado Cnel. (EJ) Guevara:
Profundamente alarmado, le retransmito lo que escribí hace algunos días:
"Estimados amigos y compañeros:
Al margen del polvero que levantó la carta que envió Andrés, me
permito recordarles que la raya internacional que nos hemos tirado a cuenta de Mico Mandante es larga, muy larga, y nos va a costar una bola quitárnosla de encima.
Sin embargo, me permito plantearles un escenario. El Locoven de turno está montado en su nube olímpica de gran líder de la América revolucionaria, y dedica todos sus esfuerzos al logro de ese objetivo.
Alguien le está diciendo que entre los farcos y los elenos, las
reservas y las milicias, y algunos de los rambos de la Fuerza Armada,
podemos armar una guerrita con los reinosos.
Alguien le está soplando numeritos al oido, y él se acuerda de sus
tiempos de cadete, y la clásica maniobra de tenaza: no se preocupe, mi Comandante en Jefe, que nosotros nos encargamos de la frontera con Ecuador y usted completa la maniobra desde Apure y Táchira. Entre los ejércitos bolivarianos de Colombia reunimos 60 mil hombres, y usted
pone el resto para la tenaza sobre Bogotá con unos cien mil más.Mico
Mandante piensa y saca el número. Sesenta mil de los panas colombianos, con experiencia de combate, y yo con mis reservistas y los que me apoyen de la Fuerza Armada, tranco el alicate. Total, la experiencia de combate es comprobada, no importan los daños
colaterales, siempre tengo un poquito más para mandar para allá.
Quien le calienta la oreja le dice... Mi Comandante en Jefe, recuerde que bombardeamos Bogotá y llegamos a La Calera. Mico Mandante piensa largo y tendido. Si se logra la institución de un nuevo estado grancolombino revolucionario, vale la pena. Por demás, el estado de guerra me permite seguir haciendo lo que me dala gana, vestido de legalidad belicista.
Este escenario, compañeros, da culillo, y emplazo a cualquiera a que diga lo contrario. Dare, and doubledare you.
Yo solamente puedo pensar en la llegada de las primeras bodybags de
los ascendidos póstumamente, en el dolor de las madres de esos
muchachos de 19, 20 años, peleando una guerra que no les pertenece,
que no nos pertenece.
Vamos a hacerlo más gráfico: la Banda de Guerra tocando a sordina, mientras los ataúdes descienden del C130 a hombros de otros soldados: el ALBA vale eso y otras cosas más, pensará Mico Mandante. La construcción del gran sueño de Bolívar.
Y esto sin entrar en las consideraciones de qué coños tiene que buscar uno de nuestros batallones de "élite" contra un batallón de Lanceros, y menos aún en contra de los cybersoldados del Imperio mesmo.
La reactivación de la Cuarta Flota deja mucho que pensar, y saquemos
los números soldadito a soldadito, cañón contra cañón, barquito y
avioncito contra barquito y avioncito. Verga, nos llevan una morena: un grupo de portaaviones es una fuerza militar muy arrecha, y no tenemos los recursos para enfrentarla.
Un bicho de esos carga un POCOTE de avioncitos de esos nos meten el
palo completico, porque no se puede usar otra expresión.
La experiencia de combate de un Lancero no se puede comparar con la de un cagado reservista, carne de cañón.
Aún si en los primeros momentos no interviene el Imperio mesmo, el
noriegazo es el primer objetivo: vamos a sacar al Mico Mandante de la piedra debajo de la cual se esconde, y las consecuencias para Panamá fueron terribles, silenciadas para siempre jamás por la historia contada por los vencedores.
Me gustaría contarles, además, que hace un cojón de años quise
advertirle al Secretario de la Comunidad Andina, Dr. Sebastián
Alegrett, requiescat in pacem, de esta situación, y que además de este lepe vamos a perder el Golfo de Venezuela, o de Coquibacoa, como lo llaman los reinosos.
El resto del cuento es conocido. Intervienen los pitufos, como los
llama la Salazar, y nos crean una DMZ, una Zona Desmilitarizada,
colchón entre las dos Repúblicas, y a llorar al valle.
Y los colaterales se los dejo a su imaginación.
Es el mientrastanto sobre el cual quiero llamar su atención.
Cualquiera que tenga un amigo oficial sabe que él no va apoyar la
guerrita, pero que nos la vamos a tener que calar.
Ahora sí voy a tomar la hipótesis de (fulanito) sobre la cooperación a las fuerzas enemigas, y la voy a voltear.
De forma tal que en este escenario vamos a tener un ejército de
ocupación, conformado por las tropas de los farcos y de los elenos, delos irregulares de las FBL, y de los cubiches que tienen
responsabilidad de combate: apocalíptico para (fulanito) y su martillito(sorry, pal).
La creación, aparición y actuación de células de resistencia
(resistance) estaría entonces completamente justificada.
Los farcos, los elenos, los cubiches que actúen en nuestra Patria como fuerza de ocupación, por más que Mico Mandante quiera denominarlas "fuerzas bolivarianas de liberación", han de ser erradicadas.
Allí les tiro es estrái, a ver quien lo responde. La respuesta real no está en esta maquinita, donde estamos todos cómodos detrás del teclado, sino en el compromiso que la Compañía de Jesús nos dio de
beber. Avancemos, y arriba Venezuela.
Se les quiere,
Tony Carrero"

Anónimo dijo...

José Antonio,

Así como identificas al Coronel Guevara, espero que te identifiques mejor, ya que entre toda la .... que hablas no dices nada y repites términos típicos de los oposicionistas de oficio. ¿Quien eres y que has hecho? El Coronel Guevara escribe hoy desde la maquinita,pero tuvo un rol protagónico en el 2002. Siempre ha mantenido una posición clara y fué uno de los pocos militares que pagó con prisión sus actos. ¿Tu que has hecho? ¿cual es el objetivo de tu réplica? ¿Hacer saber que Lorenzo es Guevara? Eso lo sabe el Gobierno. Si de verdad eres de este lado porque no lo llamas y le dices lo que piensas. O respondes con propuestas para el público y no con propuestas de guerra. Se nota que eres un militar también, pero ¿A que juegas? A propuestas de guerra, respuestas de paz. La idea no es contarse, sino conversar y convencer. Estás en el camino equivocado o eres un infiltrado. Mico Mandante, Locoven es tu presidente porque lo eligió y soporta una buena parte de Venezuela. La idea es jugar a quitarle ese soporte, no a jugar a la guerra con él.

Cosita Rica dijo...

Jugar a la guerra...

No creo que este "señor" (para no embasurarte el blog) quiera jugar.

Nos está llevando a una guerra, que dudo mucho ganemos, más que un chorro de sangre derramada, de los pendejos que no tienen la culpa.

Anónimo dijo...

Cosita rica,

Ese es exactamente el problema de los militares: jugar la guerra. Cuando ellos hablan de juegos de guerra es algo serio, no el juego de beisbol, ni de indios y vaqueros al que estamos acostumbrados. Por eso es que los estados, paises o naciones deben ser dirigidos por los políticos. No por militares.

Anónimo dijo...

Si quieren le lamen las bolas a uribe malditos cagones. Y la perra que escribio esto se traga el semen de los paramilitares puta de mierda.