domingo, 23 de octubre de 2005

3 años de la Plaza Altamira

Ayer se cumplieron 3 años de la Plaza Altamira. Yo guarde un discreto silencio porque a 3 años de ese acontecimiento me he formado una opinionque se ha ido consolidando con el tiempo. Ese criterio es eminentemente politico y militar de ese importante hito. Y digo esto porque tengo entre ese grupo de militares una importante carga afectiva personal con la mayoria de los profesionales militares que se pronunciaron.
Precisamente, para deslindar lo personal de lo politico y militar guarde un silencio discreto.
De todas maneras, al margen de la fecha de ayer; cuando se cumplio un año y cuando fueron dos, hice un escrito que sostengo aun con puntos y comas en toda su linea especifica y mas aun la gruesa de esa coyuntura. Pero mas importante que la opinion de quienes estaban en las gradas, que ya he leido casi todas y la de quienes hemos expuesto opiniones adversas a los lideres de esa oportunidad; mucho mas importantes son las opiniones de los catorce generales quienes tomaron la iniciativa de hacer el pronunciamiento publico en television y luego arrancar en fa para el obelisco de Chacao. Y, si queremos hacerlo mas extremo, mas importante es oir un pronunciamiento del lider de esa ocasión, el General de Division (Ej.) Enrique Medina Gomez.
Ese silencio del general Medina y el resto de los generales y almirantes del Rectangulo de Chacao, es una importante opinion, que estruja en la propia cara de esos lideres, la esperanza aporreada de un grupo importante de venezolanos, que confio su suerte y su futuro, al espejismo de la ...nada.
El silencio es una opinion.

jueves, 20 de octubre de 2005

El gulag de Fuerte Tiuna

Hace poco estuve en una actividad social y compartía con un oficial subalterno en situación de actividad, quien estaba bastante alegre. A medida que pasaba el tiempo y este profesional militar se ponía mas alegre, yo estaba buscando la manera de abordarle un tema que iba a resultar un tanto espinoso para él. Desde hace tiempo he tratado de investigar dentro de la institución militar, la manera como la nomenclatura militar del régimen, trata el tema de la disidencia interna y como se califica los aluviones cismáticos del 11 de abril de 2002 y de la Plaza Altamira.
Me inquietaban las calificaciones. No tanto por las referencias profesionales y hasta personales; y si por el diseño de la estrategia de erosión personal y profesional que se mercadeaba hacia lo interno con el objeto de sembrar el miedo y el pánico característico en este momento, en el sector militar en situación de actividad. Evidentemente, era una estrategia orientada a contener cualquier otra oleada discrepante con la política militar del régimen. Eso lo olfateaba cuando se me evadía no muy inteligente en los predios militares o cuando obligadamente tenían que saludarme, cuando por razones de salud asistía al Hospitalito o el seguro. El pánico en el saludo se exteriorizaba, el miedo los inmovilizaba, el terror los ponía a gaguear, el pavor les aceleraba los latidos del corazón y el susto los desorbitaba.Eso lo sabía por intuición, pero quería confirmarlo de una fuente de primera mano.“Mire Jefe, cada reunión con el Ministro de la Defensa, con el Comandante de cada componente, con nuestros superiores, con los jefes políticos bolivarianos que a diario recorren los cuarteles; la orden que hay es referirse a los profesionales del 11 de abril de 2002 y de la Plaza Altamira, y en general a quienes han manifestado disidencia publica al proceso del Comandante en Jefe; en primer lugar como traidores a la causa y luego como terroristas y en general como una cuerda de locos. Quien sea captado conversando o refiriéndose a ustedes de una manera muy benigna, le van a cortar la cabeza. De hecho, se ha dado orden de hacerle un examen psicotécnico a quien se tenga sospecha de conspirador para etiquetarlo oficialmente de loco. Las próximas bajas por ese expediente, van a llevar un informe del Departamento de Psicología del Componente y otro del Servicio de Psiquiatría del Hospital Militar Carlos Arvelo. Nadie quiere ser calificado de loco y mucho menos de terrorista porque eso se va a arrastrar para toda la vida. Hasta allí puedo decirle.”
Dicho esto, con todo y su pea me dejo con la palabra en la boca y se fue de la fiesta.No me sorprendió la parrafada condimentada con la situación etílica del Mayor y con ello termine de confirmar algo que tenía atravesado desde hace tiempo y quería precisar en los detalles. Allí esta la justificación del terror de nuestros ex compañeros de armas (En este aspecto si somos terroristas) que los inunda cuando confirman nuestra presencia en cualquier sitio publico o privado; o el porque pusieron tierrita de por medio en relaciones familares, amistosas, profesionales de toda una vida.
Terroristas y locos; es la calificación que tiene el regimen para todo aquel dentro de la Fuerza Armada Nacional que disienta de su erratica politica militar; pero mas alla de eso, para quien no se identifique con el proceso de la revolucion bolivariana. Ahora estoy empezando a comprender porque la mayoria de los revolucionarios chavistas llaman a los escualidos como disociados, en la acepción sociopatica de la expresión. Y es que realmente la siquiatria bolivariana esta tomando las experiencias de la siquiatria oficial durante el regimen totalitario y dictatorial de la Union Sovietica.